jueves, 30 de septiembre de 2010

Estimulación táctil en los bebés, beneficios increíbles

La estimulación táctil en bebés es fundamental en su desarrollo motor y psicoemocional, conozca cómo funciona y algunos juegos táctiles para su bebé.

¿Qué es la estimulación táctil?


La estimulación táctil en los bebés es una de las formas más importantes de estimulación temprana para nuestros niños. Mientras que el resto de sus sentidos siguen desarrollándose durante varios meses para llegar a su plenitud, el del tacto ya lo está desde un principio. Por tanto, las primeras percepciones del bebé a nivel del tacto son muy intensas e importantes.

La estimulación temprana táctil pretende tonificar y expandir este sentido, que, a su vez, estimula a las neuronas y a las conexiones entre ellas para un buen desarrollo motor y psicoemocional del niño.

¿En qué consiste la estimulación táctil?

La estimulación táctil consiste en una serie de actividades, a modo de juegos con el bebé, para que éste pueda percibir diferentes tipos de sensaciones al tacto. Por supuesto, la estimulación táctil no debe ser desagradable para él.

Para ello se realizan masajes y caricias al bebé, se le permite que toque diferentes texturas (telas, plásticos duros y blandos, diferentes formas, peluches, etc.) Siempre como si fuera un juego y con los padres controlando que no se meta cosas en la boca que pueda tragar.

Beneficios de la estimulación táctil

La estimulación temprana táctil, aparte de beneficiar al desarrollo intelectual del bebé, ayuda a que vaya reconociendo su mundo. Por ejemplo, la diferencia entre duro y blando le servirá cuando empiece a gatear y caminar y reconocer que superficies son más seguras o no.

Por otro lado, es muy importante la estimulación táctil a través del contacto con la piel de sus progenitores, sea por medio de masajes, caricias o juegos. La ciencia y el estudio del contacto humano demuestran su eficacia terapéutica en un estudio realizado por Moore ER, Anderson GC, Bergman N para la Organización Mundial de la Salud (OMS).

De tal forma que, incluso los niños prematuros que tenían una estimulación temprana con el contacto directo de su madre, evolucionaban más rápidamente a todos los niveles que los niños que no tenían este contacto a menudo.

Ejercicios de estimulación táctil

Según el tiempo del bebé, se pueden hacer diferentes actividades de estimulación táctil. Aquí les ofrecemos algunas ideas:

Entre 0-6 meses: Para introducirlo en los hábitos de cuidados del bebé, con cada cambio de pañal acaricie suavemente con las yemas las extremidades y el tronco del bebé, indicándole el nombre correspondiente: brazo, mano... y, así, además de un estímulo táctil también será auditivo. Dar toquecitos muy suaves, como tamborileando con la punta de los dedos, en diferentes partes del cuerpo del niño. Durante el baño moverle los bracitos en rotación a la vez y luego de forma independiente, dejar que juegue y explore el agua y se prepare para ser remojado.

Entre 7-12 meses: La estimulación táctil en este periodo ya no es pasiva, pasa a una etapa de exploración por parte del niño. Dejar que examine con sus manos todo tipo de texturas: arena, granos de arroz, plásticos duros, telas diferentes, lana, seda, agua, peluches, cartón, papel, etc. (nada que sea peligroso, por supuesto). En esta fase los niños tienden a sondear las cosas con la boca, por lo que no hay que dejarlos solos con según qué materiales. También se le puden pasar por el cuerpo las telas o pelotas de goma, con diferentes tamaños, masajeándole en redondo.

Nuestros consejos

Una vez ha entendido cómo funciona la estimulación táctil, usted puede usar su imaginación para jugar con su bebé y estimular sus capacidades sin necesidad de grandes gastos en aparatos o juguetes. Siempre que pueda combine dos formas diferentes de estimulación temprana a la vez: acariciar (táctil), cantar o hablar (auditiva), etc. En nuestra sección de "estimulación temprana" encontrará más consejos y ejercicios para estimuar a su bebé sin grandes gastos.

Le recomendamos que si tiene posibilidades haga algún curso de masaje infantil. Además de ser un estímulo táctil muy bueno y agradable para el bebé, ayuda a estrechar los vínculos, especialmente con el padre, con el que suele tener menos contacto físico. Por último, nunca sobreestimule al bebé. Los ejercicios de estimulación temprana deben ser un juego para él, de no ser así conseguiremos el efecto contrario.

Juan José Sánchez Ortiz
Terapeuta, escritor e investigador
Colaborador de enbuenasmanos.com

Terapia con perros: ventajas y experiencias

La terapia con perros está muy bien documentada con miles de experiencias y casos clínicos exitosos con ancianos o gente con bloqueos emocionales.


Experiencias de terapia con perros


Brickel, en 1979. Destaco como principal beneficio la sensibilidad del paciente. Los perros eran el principal tema de conversación entre ellos y entre pacientes-personal. Otros beneficios de la terapia con perros eran el placer físico de acariciar a los perros.

Estudio JACOPIS, en 1981. Los resultados obtenidos por ellos indicaron una mayor alegría entre pacientes, se estimulaba la risa, la felicidad, el sentido del humor. Se mejoraba la relación entre pacientes y paciente-personal.

Terapia con perros en una residencia geriátrica de Ohio: El estudio fue dirigido por Robert Andrysco, en la residencia geriátrica de Westminster Thurber. De los 23 residentes que participaron, 15 mejoraron significativamente en las áreas de actividad, comunicación verbal, conversaciones con animales, socialización con el personal y con los otros residentes.

También se menciono el caso de una anciana que engañaba y abusaba del personal, verbal y físicamente, ya que estaba convencida de que intentaban herirla. Al empezar a acariciar el perro, en 6-8 meses, se integró hasta tal punto que ayudaba a los nuevos residentes. Según Andrysco "ella se fiaba del perro, después transfirió su confianza a mí, y finalmente al personal de la residencia. Fue nuestro milagro".

En una encuesta realizada en los EEUU, se observó que las personas mayores de 65 años que poseían un perro sufrían depresión con menor frecuencia que los que no lo tenían. Se concluyó que el perro podría actuar como soporte de las emociones, pasando a ser un ser en quién se puede confía y a quién se le habla, dándosele así al anciano un apoyo ante el aislamiento y la soledad.

Otro estudio, sobre terapias con perros, realizado en América del Norte concluyó que las personas que tienen perros o contacto frecuente con ellos, realizan menos visitas al médico. Esta realidad parece ser debida a la disminución del stress, debido a los beneficios que el animal le da a su dueño, no sólo con pasearlo, darle de comer... sino que le crea una serie de rutinas diarias.

Cusack en un estudio con ancianos observa de nuevo que los animales de compañía mejoran psicológicamente a esos ancianos, además de su sentido del humor, debido al entretenimiento que le produce.

Beneficios de la terapia con perros

Según diversos estudios de investigación, y comprobados por nosotros mismos en los previos a la terapia con perros, se ha demostrado que uno de los problema que más sufren los ancianos, es la soledad. Por eso uno de los objetivos propuestos, es dar cariño a través de los perros a los ancianos, para así disminuir el sentimiento de soledad y aislamiento.

La terapia con perros, también aporta unos beneficios físicos. El simple hecho de acariciar al perro, provoca un relajamiento, lo cual se traduce en una disminución de la presión arterial.

Además de los movimientos del brazo, la mano y otras partes del cuerpo, que se ven obligados a realizar para acariciar a los perros, durante las sesiones de terapia con perros. Estas acciones obligan a realizar unos movimientos, a estirarse, a volverse...

Así hemos visto como tras las sesiones de terapia con perros, despertamos una diversión en los ancianos. A nuestra salida rara vez se acuerdan del dolor que les acuciaba, de la rutina que les aburría. Sino que nos vamos dejando una conversación sobre perros, conociendo a nuevos residentes o recordando la memoria de sus mejores momentos con otros perros.

Así vemos como el perro es canalizador de conversaciones no sólo entre residentes, sino también entre residentes y cuidadores. Ancianos introvertidos, que no se relacionan con los demás ni se integran, parecen cambiar tras la llegada de la terapia con perros, se inician en conversaciones con los perros, guardarles comida, y acaban preguntando cuando vuelven los perros, que comen, como se les enseña a los perros para terapia.

Favorecemos el intercambio afectivo, aquí dan y reciben cariño. Y a esas edades suele faltar el recibir, lo cual acelera los procesos seniles.

El anciano adquiere nuevas responsabilidades, lo que le hace volverse más activo, se preocupa más por si mismo, dejando así el abandono en el que se sumen, tras la soledad. Su vida toma ritmo con la terapia con perros, espera el día de llegada, están pendientes del perro.

Y todo eso para que con la llegada del perro, una sola caricia, una sola mirada del perro, nos lleva a ver como siguen sintiendo, quieren, conocen, viven...

Sergio A. Otal Escartin
Veterinario y Psicólogo canino

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Técnicas terapéuticas que pueden emplear los padres de familia

Los niños, al igual que los adultos, presentan diferentes conflictos que les genera tristeza, angustia y preocupación. Para ellos es tan angustiante salir mal en un examen, como saber que su mejor amiga ya no les habla, o que no tienen con quién jugar en la escuela, o que se burlan de ellos por los anteojos que usan. Sin embargo, muchas veces para los adultos es difícil hallar la forma de lograr saber qué le sucede al niño, qué piensa o qué siente respecto a alguna situación específica.

En Psicología Infantil se cuenta con numerosas técnicas terapéuticas que permiten acceder a ese mundo interno del niño. Algunas de ellas pueden ser aplicadas por los padres o educadores pues lo que pretenden es ayudar a los niños a identificar y expresar sus sentimientos y tener modelos a seguir para resolver dichos problemas. A continuación, cuatro técnicas terapéuticas que usted puede emplear con sus hijos:

1. Bibioterapia: Consiste en hacer uso de los libros de cuentos para ayudar a los niños a resolver un conflicto. Actualmente en el mercado se cuentan con diversos libros de cuentos cuyos temas giran en torno a situaciones y circunstancias propias de los niños de hoy, desde situaciones como orinarse en la cama, la llegada de un hermanito y los celos respectivos, el miedo a la oscuridad; hasta situaciones de divorcio, pleitos entre los padres e incluso temas de abuso sexual. El objetivo al usar la biblioterapia no es simplemente llegar y leer el cuento sino que se deben considerar algunos pasos:

a. Decidir si se lee o se cuenta el cuento: Algunos cuentos se pueden leer tal cual vienen, otros se pueden adaptar utilizando como guía las ilustraciones. Para ello se debe tomar en cuenta la edad del niño ya que su período de atención corresponde a un minuto por año.

b. Reflejar los sentimientos de los personajes: Aquí se enfatiza cómo se sintió el personaje principal del cuento con el que queremos que el niño se identifique. Lo ayudamos a nombrar dicho sentimiento pues es común que los niños digan que el personaje se sintió “bien” o “mal” en lugar de decir que se siente triste, enojado, frustrado, celoso, avergonzado. Además el niño debe identificar que él se siente de igual manera que el personaje ya que a ambos les sucede lo mismo o algo muy similar.

c. Hacer preguntas de reflexión: Conforme se va leyendo el cuento se le va preguntando al niño qué cree él que puede hacer el personaje del cuento para resolver el problema. Esto ayuda a identificar cuáles son los recursos para afrontar los problemas con los que cuenta el niño, ya sea que los tiene y no los pone en práctica o que ni siquiera los tiene.

d. Modelar comportamientos alternativos: Se muestra al niño cuál fue la forma en que el personaje resolvió el problema para que él haga lo mismo: habló con sus papás, reconoció que había cometido un error, se disculpó y trató de solucionarlo; pidió ayuda, etc.

e. Hacer una síntesis: Se hace un resumen del cuento relacionándolo con la situación vivida por el niño, se recalcan los sentimientos y la forma en que se puede resolver el problema y se le pregunta abiertamente al niño cómo puede aplicar lo sucedido en el cuento en su propia situación.

2. Terapia de juego: Esta es otra herramienta sumamente útil para los padres usando el canal de comunicación que los niños más disfrutan: los juguetes. Hay que empezar por definir que el juego es el trabajo de los niños, es el medio por el cual ellos aprenden del mundo y sus relaciones, crecen y experimentan. Por tanto, el sentarse a jugar con ellos no solo ayuda a fortalecer vínculos entre padres e hijos sino que provee al niño de importantes herramientas de resolución de conflictos. Algunos de los juguetes que mejor se pueden emplear en la terapia de juego utilizada por los padres son los títeres, muñecos de peluche o muñecos incluso de súper héroes que tengan los niños. El objetivo es representar una situación que el niño esté viviendo para observar cómo la resuelve el niño. Se puede utilizar un títere que use mamá y que le cuente al títere que usa el niño su problema, pidiéndole al niño consejo (obviamente el problema del títere es el mismo problema del niño). Si el niño no sabe qué aconsejarle mamá puede usar un segundo títere que venga con la respuesta y le modele la solución. Lo que se pretende lograr aquí es al igual que en la Biblioterapia, la expresión de los sentimientos por parte del niño y enseñarle formas de enfrentar un problema. En el mercado existen incluso títeres de la familia o se pueden conseguir también familias en miniaturas que también serán un excelente recurso.

3. Arte terapia: Se habla aquí del uso de materiales de arte (lápices de color, témperas, crayolas, etc.) para la expresión de los sentimientos. Existe una técnica llamada Ilumina tu Vida, en la que el niño le da el nombre de un sentimiento a un color diferente. Luego se le pide que haga un dibujo tomando en cuenta que el color que utilice representará el sentimiento asignado. Se sorprenderá al ver lo que los niños expresan a través de estos dibujos. También se le puede pedir que haga un dibujo cualquiera e invente una historia del mismo. Deje que el niño lo haga como quiera, sin estar pendiente de si se sale o si pintó feo. Analice lo expresado por el niño a través de su obra de arte.

4. Juegos con palabras: Los juegos con palabras ayudan a la verbalización de los sentimientos. Existe un juego llamado el “Juego de sentirse bien- sentirse mal”. Consiste en que padre o madre e hijo toman una hora por semana para hablar de algo que haya ocurrido en esos días que los haya hecho sentir “bien” y “mal”. El niño comienza diciendo algo que lo hizo sentir “mal”, por ejemplo, “Me sentí mal el martes cuando me regañaste por no haber limpiado los zapatos.” El que escucha, en este caso el padre, refleja el sentimiento expresado por el niño “Entiendo que te sintieras triste porque te regañara el martes.” Se enfatiza ÚNICAMENTE el sentimiento, no se entra en discusión del porqué del regaño, lo importante en el juego es lo que se siente. Cuando le toca el turno al papá, éste puede decir “Me sentí mal el lunes cuando me respondiste feo al llamarte a comer.” Igual el niño debe reflejar el sentimiento expresado por el padre: “Entiendo que te hayas enojado.” Luego ambos buscan cómo resolver en una próxima vez las dos situaciones que en esta semana los hicieron sentir “mal”. Se hace lo mismo con las situaciones que los hicieron sentir bien y luego terminan jugando algo escogido por ambos, una partida de damas chinas, una lotería, stop, etc durante unos quince minutos aproximadamente. El objetivo de este juego es expresar los sentimientos sin temor a ser juzgados o rechazados, que el niño se dé cuenta como sus padres también se ven afectados en sus sentimientos y mejorar la relación entre ambos.Es útil entre padres e hijos con dificultades en la relación o con niños recién adoptados. Le animo a hacer uso de estas técnicas y disfrutarlas con sus hijos.
La terapia va dirigida a encontrar la causa y a utilizar técnicas para que el niño aprenda a controlar los esfínteres


Los trastornos de eliminación de orina y heces, enuresis y encopresis respectivamente, son característicos de la infancia. Pueden tener una causa orgánica o psicológica y, en ambos casos, tienen tratamiento. La terapia psicológica comprende la enseñanza para aprender a controlar los esfínteres, psicoterapia y una serie de recomendaciones para los padres del niño afectado sobre cómo afrontar la situación y resolverla

Escapes involuntarios
La enuresis es el escape involuntario de la orina durante la noche; la incapacidad de retenerla durante el día se denomina incontinencia diurna. Consiste en la aparición de una emisión repetida de la orina en la cama o en la ropa, superados los cuatro años de edad, tiempo en el que el niño debería haber adquirido la continencia urinaria. Para que se pueda hablar de enuresis también hay que hablar de frecuencia: este tipo de incontinencia tiene que ser de dos episodios semanales al menos durante tres meses consecutivos, precisa Silvia Chicote, psicóloga especializada en niños del centro Psicomaster, de Madrid.


Hay dos tipos de enuresis: la primaria y la secundaria. La principal diferencia entre ambas es que, en la enuresis primaria, el niño nunca han llegado a conseguir el control de la orina, mientras que en el caso de la secundaria sí que lo han conseguido, aunque durante un periodo corto de tiempo, unos pocos meses a lo sumo.

La encopresis, por su parte, es la evacuación repetida de heces en cualquier lugar inadecuado que no sea el retrete, como en el suelo o la ropa. Y al menos tiene que producirse una vez a la semana durante tres meses consecutivos. La edad a partir de la cual puede considerarse encopresis son los cuatro años, añade Chicote.

En el 70% de los casos la enuresis no está diagnosticada

Niños afectados

Por lo general, la enuresis es el transtorno o la eliminación más común y, por ello, más estudiado. Este trastorno ocurre por igual en menores de ambos sexos, en cambio, la encopresis es más frecuente en niños. La enuresis nocturna afecta al 15% de los niños de cinco años, según El Libro Blanco "La Enuresis Monosintomática Primaria en España", una iniciativa de la Asociación Española contra la Enuresis, de varias sociedades científicas y de la compañía Ferring que se hizo pública en 2007.

Del documento se extrae que el porcentaje de afectados va disminuyendo con la edad. En el 70% de los casos no está diagnosticada y, según un 83% de los casi 1.200 pediatras a los que se consultó para elaborar el libro, los progenitores no acuden a la consulta por sentir vergüenza de que sus hijos sigan teniendo pérdidas de orina.

A los cuatro años se les escapan las heces al 3% de los niños una vez por semana y, a los siete años, la encopresis tiene una prevalencia del 2,3% en los niños y del 0,7% en las niñas, según datos de un documento sobre los "Trastornos de la eliminación: enuresis y encopresis", de Reyes Hernández Guillén, pediatra del Centro de Salud El Restón, y de Mercedes Rodrigo Alfageme, del servicio de Psiquiatría Infantil, del Hospital Materno-Infantil del 12 de Octubre, ambos de Madrid.

Además, se sabe que un tercio de los niños con encopresis sufre también enuresis nocturna, un 20% enuresis diurna y que un 10% de las niñas padecen infecciones urinarias recurrentes, según el mismo trabajo de Hernández y Rodrigo.

Cuando un niño mayor de cuatro años se orina durante la noche es importante acudir al pediatra para descartar alguna causa orgánica

El trastorno enurético puede tener causas orgánicas por afecciones urológicas, irritaciones o algún proceso infeccioso como una cistitis, pero también puede ser debido a que la capacidad funcional de la vejiga esté disminuida, lo que implica que los niños enuréticos necesiten ir más con más frecuencia al baño. Otras veces puede tener su origen en trastornos neuromusculares que afectan al sistema genitourinario, en la médula espinal o en los centros del cerebro.

Cuando un niño de más de cuatro años orina durante la noche y fuera del retrete, es importante acudir al pediatra para que descarte cualquiera de las causas orgánicas anteriores. Una vez descartadas, si se determina que la enuresis tiene un origen psicológico, se hace necesario acudir a un psicólogo, advierte Chicote. Según información de esta especialista, las causas psicológicas que están detrás de la enuresis también pueden ser múltiples: falta de aprendizaje del niño porque no se le ha enseñado correctamente; insensibilización de la piel a la humedad, favorecida o provocada por usar pañales hasta edades avanzadas, lo que priva al menor del mecanismo de emergencia que le lleva a despertarse cuando se siente húmedo.

También puede haber un interés del niño por conseguir una reacción de sus padres, porque obtiene algo, que habitualmente es su atención. O problemas emocionales, como cambio de colegio, de casa, la separación de los padres o el nacimiento de un hermano pequeño; en definitiva, cualquier factor que altere el entorno del niño.

De la misma manera, detrás de las causas de la encopresis puede estar el estreñimiento: los niños retienen tanto las heces que la presión del colon vence al esfínter y se producen evacuaciones involuntarias

Tratamiento conductual


"Utilizamos ténicas conductuales porque son los procedimientos más seguros, no tienen efectos secundarios y consiguen más curaciones a corto y a largo plazo", informa Silvia Chicote, psicóloga especializada en niños, acerca del abordaje terapéutico. El tratamiento de la enuresis se dirige a corregir los defectos de aprendizaje que existen detrás, a encontrar su causa y a utilizar técnicas conductuales para que el niño aprenda a controlar la micción. Y la duración del tratamiento varía notablemente de un niño a otro. Depende del origen del trastorno y de si éste está asociado a problemas emocionales. En promedio, duran unas diez sesiones.


Entre otros aspectos, se trabaja para que los niños afectados aumenten la capacidad funcional de su vejiga a través de una serie de ejercicios: mediante un entrenamiento se les enseña a aguantar las contracciones del detrusor (músculo que envuelve la vejiga), a retener la orina y a aumentar la capacidad de la vejiga. También se les prescriben ejercicios para que fortifiquen sus esfínteres, cortando el flujo de la orina, mientras están miccionando.

Para que fortifiquen el esfínter también se les puede proveer de unos aparatos antienuréticos o de alarma (el Pipí-stop), provistos de un sensor de humedad y un timbre que se activa ante las primeras gotas de orina que se escapan. Al encenderse esta alarma, el pequeño tiene que despertarse, cerrar el esfínter y levantarse para ir al baño y terminar de orinar. Este sistema se debe mantener hasta que el niño afectado haya pasado dos semanas seguidas sin pérdidas de orina nocturnas; después se le puede retirar gradualmente.

No hay que castigar al niño afectado ni tampoco ponerle pañales durante mucho tiempo

Sin embargo, todo este entrenamiento se debe acompañar de un refuerzo por parte de los progenitores para que el niño descubra las ventajas de no orinarse, ya que puede ocurrir que los padres no le presten tanta atención cuando deja de escapársele la orina. Por este motivo, Chicote explica a los padres que se les tiene que demostrar que hacerlo bien sí resulta ventajoso.

Pautas para los padres

Pero, ¿en qué consiste la participación de los padres? A menudo, cuando a un niño se le escapa la orina en la cama, los progenitores acuden para ponerle sábanas limpias y cambiarle la ropa. Una de las medidas que aconsejan los psicólogos es que no lo hagan, sino que sea el niño el que tenga que levantarse, cambiarse el pijama y poner sábanas limpias. De esta forma, el pequeño puede comprender que el hecho de ensuciarse no va a atraer la atención de sus padres como esperaba, sino que va a tener una consecuencia para él.

A los padres también se les deben enseñar pautas de lo que no deben hacer. Por ejemplo, no pueden castigar al niño ni tampoco ponerle pañales durante mucho tiempo. Muchas familias los usan para evitar que se enfríe, pero con este sistema sólo potencian la insensibilidad de la piel del pequeño y, en cierto modo, le están dando permiso para orinarse y que no tenga que esforzarse en aprender a reconocer la incomodidad de las primeras gotas. Cuando se recurre a los pañales, el niño no asocia las señales internas de la vejiga a despertarse.

Y, por último, también se recomienda que restrinjan los líquidos, a medida que se acerca la noche, a los niños con enuresis nocturna. Durante el día no se aconseja porque es importante que el niño o niña tengan determinadas sensaciones, como la vejiga llena, y ciertas incomodidades, como las primeras gotas, detalla Chicote.

TRATAMIENTO DE LA ENCOPRESIS

El tratamiento de la encopresis es similar al de la enuresis. Primero se deben descartar las causas orgánicas y se pide a los padres que realicen un registro de defecaciones de los niños. En este caso, en que también se trabaja mucho con los padres, la media de duración del tratamiento es de unas diez sesiones aunque, de nuevo, depende del niño y su familia. Si los niños afectados por este trastorno de eliminación sufren estreñimiento, deben seguir un tratamiento dietético.


Como en el caso de la enuresis, a los niños con encopresis se les entrena en hábitos defecatorios y se utiliza una estrategia de recompensa y de reforzamiento e, igualmente, debe ser el niño quien se quite la ropa, la lleve a la lavadora, busque su ropa limpia y se cambie. Otro ejercicio que se aconseja en estos casos es una práctica positiva, es decir, dejar que el niño permanezca solo en su habitación tranquilamente sentado durante diez minutos. Después, repetir el ejercicio en el retrete, de modo que permanezca sentado otros diez minutos y, finalmente, repetir la secuencia en los mismos horarios, coincidiendo con las horas de comida para que vaya adquiriendo los hábitos de defecación adecuados, explica Silvia Chicote.

Tanto los niños enuréticos como los encopréticos pueden recaer, lo que "puede ser muy traumático", pero no por ello deben dejar de intentarlo. Los padres no deben dar estos casos por perdidos, al final, ambos trastornos se acaban solucionando. Muchas veces las recaídas se deben a que no se ha acertado bien en las causas que los desencadenan. Entonces se trata de buscar de nuevo la causa de la conducta afectada, revisarla y volver a empezar el tratamiento

Técnicas para reducir el estrés

Técnicas para reducción y control del estrés



Aromaterapia

Es una técnica oriental muy antigua, cuyo efecto es relajar.

Consiste en utilizar aceites de hierbas y otras plantas aromáticas para que aplicadas en el cuerpo, logren la relajación o el alivio de un dolor o trastorno.

Los aceites, se extraen de hojas, flores, raíces, semillas, frutos, corteza o resina de diferentes plantas y se diluyen en agua o en un aceite sin perfume, como el de jojoba.

Estas soluciones se pueden aplicar sobre la piel con un relajante masaje, inhalar en forma de vapor o del humo generado por velas aromáticas, agregarse en forma de burbujas o aceites en el agua del baño o usarse en compresas que se aplican en determinados lugares del cuerpo.

La aromaterapia forma parte de muchos de los tratamientos de masajes relajantes y reductivos que últimamente se ofrecen en los servicios de spa.

Muchas de las esencias aromáticas sirven para diferentes cosas: problemas tensionales, emocionales, dolores de cabeza, tensión premenstrual, dolor muscular, trastornos cutáneos, fatiga, insomnio y estrés entre otros.

Esta técnica, basa su eficacia en dos mecanismos básicos: el sentido del olfato y la capacidad absorbente de la piel. Los terapeutas afirman que la inhalación de determinadas fragancias hace que el cerebro libere productos químicos que combaten el estrés y la fatiga. También creen que algunos aceites ejercen un efecto medicinal tras ser absorbidos por la piel.

Científicamente y por regla general, los médicos tradicionales descartan cualquier beneficio terapéutico que no sea el efecto del placebo y la relajación.

Además del masaje, el aromaterapeuta, puede recomendar un baño de inmersión caliente con algunas gotas de uno o dos aceites aromáticos, lo que ocasiona somnolencia o produce una estimulante tonificadora.

Entre los aceites aromáticos más frecuentemente utilizados, están:

- Enebrina, (Bayas maduras) fragancia acre, picante, se usa en vaporizaciones, baños, compresas y masajes por sus efectos calmantes; se utiliza también para dolores musculares y el eccema.

- Eucalipto, (hojas) aroma fuerte y tonificante, como el de alcanfor. Se usa para tratar la congestión nasal y respiratoria, en vaporizaciones, compresas, baños y masajes; alivia el dolor muscular y combate la fatiga; se aplica en la piel como repelente contra los insectos.

- Geranio, (hojas) fragancia acre, picante. Se usa en vaporizaciones, baños, masajes y enjuagues bucales y de garganta; se le considera un aceite fundamental para tratar el estrés, el acné, el eccema y las heridas pequeñas.

- Jazmín, (flores) Aroma floral tenue. Se usa en masajes faciales y baños, por sus propiedades relajantes.

- Lavanda, (flores) Fragancia floral, fuerte y dulce. Se usa en vaporizaciones, baños compresas y masajes para tratar el estrés y las heridas cutáneas; se dice que tiene propiedades antisépticas y antiinflamatorias.

- Manzanilla,(flores secas) Aroma suave, dulce. Por sus efectos sedantes se una en vaporizaciones, baños, compresas, mascarillas faciales o masaje; se dice que también alivia el eccema y mitiga el dolor muscular.

- Menta (hojas) Aroma fresco y tonificante. Se inhala o se usa en baños, gárgaras y enjuagues bucales para malestares digestivos, garganta irritada, úlceras bucales y comezón en la piel.

- Pino (resina) Tonificante, con olor a madera. Se usa en vaporizaciones, baños y masajes para aliviar dolores musculares y tratar la congestión nasal y del pecho.

- Rosa (flores) Duradera fragancia floral. Se usa en baños y masajes por sus cualidades tranquilizantes; también se usa para tratar problemas menstruales y otros trastorno femeninos de la reproducción.

- Salvia esclarea (flores) Aroma fuerte y picante. Se inhala o usa en vaporizaciones, baños, compresas o masajes para aliviar ansiedad, el estrés, la inflamación de la piel y la congestión respiratoria.

Hipnoterapia

(Sobre hipnosis y psicoterapia)

"'Hipnotismo' e 'hipnosis' son términos aplicados a una forma única y compleja de conducta inusual, pero normal, que puede probablemente ser inducida en toda persona normal bajo condiciones adecuadas y también en personas que sufren diferentes tipos de anormalidades. Es principalmente un estado psicológico especial, con ciertos atributos psicológicos que lo hacen parecido al sueño fisiológico pero sólo superficialmente, y caracterizados por un funcionamiento del individuo en un nivel de percatamiento llamado, por conveniencia en la conceptualización, percatamiento inconsciente o subconsciente. Cuando el sujeto esta hipnotizado, o en trance hipnótico, puede pensar, actuar y conducirse tan adecuadamente, y a menudo mejor, que como puede hacerlo en el estado psicológico común despierto, siendo esto posible por la intensidad de su atención a la tarea y por estar libre de distracciones. No está, como comúnmente se cree, sin poder de decisión o bajo el deseo del hipnotista. La relación entre el hipnotista y el sujeto es mas bien de cooperación interpersonal, basada en consideraciones razonables mutuamente aceptables.

Por lo tanto el sujeto no puede ser forzado a hacer cosas en contra de su deseo, sino que puede ser ayudado a lograr las metas que desea. Los fracasos en la terapia hipnótica de los pacientes revelan limitaciones de la hipnosis en lograr incluso las metas que son deseadas por la persona, y los más extensos y confiables estudios experimentales desacreditan la posibilidad de utilizar la hipnosis para propósitos antisociales."

La hipnosis y el trance hipnótico son experiencias normales que pueden desarrollarse naturalmente durante períodos de introspección. No hay necesidad de misteriosas manipulaciones de los sujetos. Uno realmente no controla los sujetos en hipnosis, más bien les provee de estímulos y oportunidades para una absorción interna que a veces conduce a estados de conciencia reconociblemente diferentes.

Nosotros vemos a la hipnoterapia como un proceso por el cual ayudamos a la gente a utilizar sus propias asociaciones mentales, recuerdos y potenciales de vida para lograr sus propias metas terapéuticas. La sugestión hipnótica puede facilitar la utilización de habilidades y potenciales que ya existen dentro de una persona pero que permanecen sin usarse o poco desarrollados por una falta de entrenamiento o de comprensión. El hipnoterapeuta cuidadosamente explora la individualidad de un paciente para saber qué aprendizajes de vida, experiencias y destrezas mentales son disponibles para enfrentar el problema. El terapeuta entonces facilita una aproximación a la experiencia de trance dentro de la cual el paciente puede utilizar estas únicas y personales respuestas internas para lograr metas terapéuticas.

Nuestro abordaje puede ser visto como un proceso en tres pasos:

1- un período de preparación durante el cual el terapeuta explora el repertorio de experiencias de vida del paciente y facilita marcos de referencia constructivos para orientar al paciente hacia el cambio terapéutico.

2- una activación y utilización de los propios recursos mentales del paciente durante un período de trance terapéutico.

3- un cuidadoso reconocimiento, evaluación y ratificación del cambio terapéutico que tuvo lugar.

Trance terapéutico es un período durante el cual las limitaciones de los marcos de referencia y creencias son alterados temporariamente para que se pueda ser receptivo a otros modelos de asociación y formas de funcionamiento mental que conducen a la resolución de problemas.

Vemos la dinámica de la inducción al trance y su utilización como una experiencia muy personal donde el terapeuta ayuda al paciente a encontrar sus propios caminos individuales. La inducción de trance no es un proceso estandardizado que puede ser aplicado del mismo modo a todos. No hay método o técnica que siempre funcione con todos o incluso con la misma persona todas las veces en distintas ocasiones. Por eso es que nosotros hablamos de "approaches" (abordajes) a la experiencia de trance. De esa manera enfatizamos que tenemos muchos medios de facilitar, guiar o enseñar cómo uno puede ser llevado a experimentar el estado de receptividad que llamamos trance terapéutico.

De todas maneras no tenemos un método universal para efectuar el mismo estado uniforme de trance en todos.

La mayoría de la gente con problemas puede ser guiada a experimentar su propia y única variedad de trance cuando entiende que puede ser de utilidad. El arte del hipnoterapeuta está en ayudar al paciente a lograr una comprensión que lo ayudará a dejar de lado algunas de las limitaciones de su visión común del mundo de todos los días, de tal forma que pueda alcanzar un estado de receptividad a lo nuevo y creativo que hay en su interior."

La respiración

Un control adecuado de nuestra respiración es una de las estrategias más sencillas para hacer frente a las situaciones de estrés y manejar los aumentos en la activación fisiológica provocados por estas.

Unos hábitos correctos de respiración son muy importantes porque aportan al organismo el suficiente oxigeno para nuestro cerebro. El ritmo actual de vida favorece la respiración incompleta que no utiliza la total capacidad de los pulmones.

El objetivo de las técnicas de respiración es facilitar el control voluntario de la respiración y automatizarlo para que pueda ser mantenido en situaciones de estrés.

Vamos a pasar a realizar una serie de ejercicios sobre la respiración.

EJERCICIOS DE RESPIRACIÓN

Ejercicio 1:Inspiración abdominal

El objetivo de este ejercicio es que la persona dirija el aire inspirado a la parte inferior de los pulmones. Para lo cual se debe colocar una mano en el vientre y otra encima del estómago. En el ejercicio debe de percibir movimiento al respirar en la mano situada en el vientre, pero no en la situada sobre el estómago.

Al principio puede parecer difícil, pero es una técnica que se controla en unos 15-20 minutos.

Ejercicio 2: Inspiración abdominal y ventral

El objetivo es aprender a dirigir el aire inspirado a la zona inferior y media de los pulmones. Es igual al ejercicio anterior, sin embargo una vez llenado la parte inferior se debe llenar también la zona media. Se debe notar movimiento primero en la mano del abdomen y después en la del vientre.

Ejercicio 3: Inspiración abdominal, ventral y costal

El objetivo de este ejercicio es lograr una inspiración completa. La persona, colocada en la postura del ejercicio anterior debe llenar primero de aire la zona del abdomen, después el estómago y por último el pecho.

Ejercicio 4: Espiración

Este ejercicio es continuación del 3º, se deben realizar los mismos pasos y después, al espirar, se deben de cerrar los labios de forma que al salir del aire se produzca un breve resoplido. La espiración debe ser pausada y controlada.

Ejercicio 5: Ritmo inspiración - espiración

Este ejercicio es similar al anterior pero ahora la inspiración se hace de forma continua, enlazando los tres pasos (abdomen, estomago y pecho). La espiración se hace parecido al ejercicio anterior, pero se debe procurar hacerlo cada vez más silencioso.

Ejercicio 6: Sobregeneralización

Este es el paso crucial. Aquí se debe de ir utilizando estos ejercicios en situaciones cotidianas (sentados, de pie, caminando, trabajando, etc.). Hay que ir practicando en las diferentes situaciones: con ruidos, con mucha luz, en la oscuridad, con mucha gente alrededor, solos, etc.

Abrazoterapia

Parece increíble todo lo que puede curar, compensar, mejorar y prevenir un simple y amoroso abrazo.

Está comprobado que el contacto físico, mucho más allá del contenido sexual, tiene poderes curativos y amplía nuestro bienestar emocional.

Cuando nos tocamos y nos abrazamos con espíritu solidario y alegre, llevamos vida a nuestros sentidos y reafirmamos la confianza en nuestros propios sentimientos.

También es una forma de expresar lo que sentimos más allá de las palabras. Es el idioma universal de los abrazos. No solo debemos utilizar el lenguaje también debemos utilizar la sabiduría intuitiva, sin palabras y escuchar con el corazón. Así percibiremos el significado más profundo del misterio al que llamamos amor.

Los abrazos, además de hacernos sentir bien, se emplean para aliviar el dolor, la depresión y la ansiedad. Provocan alteraciones fisiológicas positivas en quien toca y en quien es tocado. Acrecienta la voluntad de vivir a los enfermos. Es de todos bien sabido que cuatro abrazos al día son necesarios para sobrevivir, ocho para mantenerse y doce para crecer como personas.

Veamos algunas clases de abrazos y pregúntate ¿con qué frecuencia y qué tipo de abrazos utilizas tú para sorprender a los tuyos?

- Abrazo del oso: es el típico de padres e hijos, donde el más grande envuelve con su cuerpo al más pequeño.

- Abrazo y contacto de mejillas: Uno coloca los brazos sobre los hombros del otro, a la vez que le da un beso en cada mejilla. Implica consuelo, bondad, consideración.

- Abrazo oriental: Ambos entrelazan los brazos con el cuerpo del otro. Se busca el contacto espiritual con todo el cuerpo del otro. Se acompaña con una inspiración y es el más largo. Se ponen en contacto los espíritus de las personas a través del cuerpo físico.

- Abrazo de a tres: Para padres con hijos o varios amigos. Implica consuelo, felicidad. La persona abrazada se siente totalmente a salvo.

- Abrazo de costado: El brazo de uno se pasa por el hombro o la cintura del otro. Ideal para pasear acompañados, disfrutando del paisaje.

- Abrazo de corazón: Largo, intenso, cálido, brota directamente del corazón. Surge en cualquier momento para saludar, recordar fechas especiales, expresar alegría. Ofrece ternura y amor incondicional.

¿Qué nos brinda un abrazo?

SEGURIDAD: No importa cuál sea nuestra edad ni nuestra posición en la vida, todos necesitamos sentirnos seguros. Si no lo conseguimos actuamos de forma ineficiente y nuestras relaciones interpersonales declinan.

PROTECCIÓN: El sentirnos protegidos es importante para todos, pero lo es más para los niños y los ancianos quienes dependen del amor de quienes los rodean.

CONFIANZA: La obtendremos de la sensación de seguridad y protección que recibimos. La confianza nos puede hacer avanzar cuando el miedo se impone a nuestro deseo de participar con entusiasmo en algún desafío de la vida.

FORTALEZA: Quizá pensamos que la fortaleza es una energía desarrollada gracias a la decisión de un individuo pero siempre podemos transmitir nuestra fuerza interior convirtiéndola en un don para el prójimo para confirmar y aumentar la energía ajena. Cuando transferimos nuestra energía con un abrazo, aumentan nuestras propias fuerzas.

SANACIÓN: Nuestra fortaleza se convierte en poderosa energía curativa cuando la transmitimos por medio del abrazo. El contacto físico y el abrazo imparten una energía vital capaz de sanar o aliviar dolencias menores.

AUTOVALORACIÓN: El reconocimiento de que valemos es la base de toda satisfacción y todo éxito en nuestra vida. Mediante el abrazo podemos transmitir el mensaje de reconocimiento al valor y excelencia de cada individuo.

Humor

El buen humor genera mayor productividad y disminuye el estrés.

El humor es un resorte motivador por excelencia, que además de ser una válvula de escape para la tensión, propicia la creatividad y ganas de trabajar. Los especialistas coinciden en que el sentido del humor se trata de tener una actitud positiva ante las vida, "ver desde una perspectiva que ayude a encontrar soluciones más creativas".

El humor debe ser considerado como un coadyuvante del bienestar, del mejoramiento de la organización y de la persona.

El humor conlleva la solución de conflictos, resistencia a la excesiva carga de estrés y establece una comunidad más fluida, excelente medicina que reduce la tensión, ansiedad y depresión.

El masaje

Cuando nuestros músculos se encuentran tensos o han sido sometidos a demasiado esfuerzo acumulan sustancias de desecho que causan dolor, rigidez, e incluso, espasmos musculares. Al incrementar la circulación hacia y desde los músculos, el masaje acelera la eliminación de estas sustancias tóxicas y dañinas. A la vez, el masaje hace que llegue sangre y oxígeno fresco a los tejidos con lo que se aligera el proceso de recuperación de lesiones y de numerosas enfermedades.

Pero esto es sólo el comienzo. A partir de los últimos quince años se ha acumulado una gran cantidad de evidencia que demuestra que el masaje posee una impresionante lista de beneficios tanto para la salud de nuestro cuerpo como de nuestra mente. Esto incluso en áreas que muchos ni siquiera sospechaban. Veamos:

La salud de nuestro organismo depende de la salud de nuestras células. Las células a su vez dependen de un abundante flujo de sangre y linfa. El masaje mejora la circulación de la sangre y el flujo de la linfa. Esto ayuda a llevar nutrientes a las células y a eliminar impurezas y sustancias tóxicas.

El masaje también aumenta la capacidad de la sangre para transportar oxígeno. De hecho se sabe que el masaje ayuda a aumentar los glóbulos rojos y blancos de la sangre.

Ayuda a liberar sustancias llamadas endorfinas que nos dan una sensación de bienestar y ayudan a combatir el dolor.

Cuando se combina con una dieta adecuada y ejercicio el masaje ayuda a restaurar el contorno del cuerpo y a disminuir los depósitos de grasa.

Ayuda a que los músculos mantengan su flexibilidad.

Ayuda a reducir el estrés. Si recordamos que más de dos terceras partes de las enfermedades están relacionadas con el estrés nos daremos cuenta de una de las razones por las que el masaje es tan beneficioso para la salud.

Ayuda a combatir la depresión y los estados de ánimo negativos.

El masaje terapéutico ha probado ser efectivo como medio para aliviar condiciones tales como dolores de cabeza causados por tensión nerviosa y dolores musculares de espalda, así como para mejorar la condición de la piel.

Un creciente número de médicos y otros profesionales de la salud recomiendan el masaje para aliviar problemas tales como sinusitis, artritis, alergias, dolores de cabeza y lesiones deportivas.

Hay distintos tipos de masaje terapéutico. Entre ellos se encuentran el masaje sueco, que es un masaje relativamente suave que promueve la relajación. Otros tipos de masaje emplean técnicas de acupresión o van dirigidos a los tejidos profundos. El (o la) masajista puede combinar varias de estas técnicas durante una sesión de masaje.

Una sesión de masaje puede tomar desde quince minutos hasta una hora. Por lo regular una sesión de quince minutos se limita a la espalda y los hombros y se da con la persona sentada en una silla especialmente diseñada para este propósito. Las sesiones de una hora, por lo general cubren el cuerpo entero desde la cabeza hasta los pies, y en estos casos se emplea una mesa acojinada y aceites especialmente preparados.

El masaje puede emplearse solo o como parte de un plan para mejorar la salud en el que se incluyan otros elementos tales como la alimentación, el ejercicio, o la meditación.

Musicoterapia

La música influye sobre el ritmo respiratorio, la presión arterial, las contracciones estomacales y los niveles hormonales. Los ritmos cardiacos se aceleran o se vuelven más lentos de forma tal que se sincronizan con los ritmos musicales. También se sabe que la música puede alterar los ritmos eléctricos de nuestro cerebro.

Si uno cierra los ojos por un minuto y escucha al mundo en derredor escucha bocinas, martillos, gotas de lluvia, niños riendo, una orquesta sinfónica, etc. La terapia musical sostiene que lo que uno escucha puede afectar la salud positiva o negativamente. El sonido puede ser un gran sanador.

Los terapistas musicales utilizan el sonido para ayudar con una amplia variedad de problemas médicos, que van desde la enfermedad de Alzheimer hasta el dolor de muelas. Los doctores en medicina conocen acerca del poder del sonido. Los investigadores han producido evidencia de la habilidad de la música para disminuir el dolor, mejorar la memoria y reducir el estrés.

Conclusión

Son muchas las técnicas que existen para permitir al individuo sobrellevar el estrés, es decir convivir con él sin que nos ahogue o nos haga daño y cada día vemos una mayor variedad de servicios que se ofrecen para aprender a controlarlo. También podemos ver que nos afecta en formas muy diferentes a todos y cada uno de nosotros, por eso probablemente existe esa variedad de técnicas. Por tanto lo importante es aprender a ver en el interior nuestro para reconocer los síntomas del estrés y manejarlo antes de que él nos maneje a nosotros.

El hecho de asistir o utilizar una técnica para el manejo del estrés y poder controlar sus efectos nocivos no quiere decir que ya hemos curado una enfermedad que surgió a partir del mismo, debemos también acudir al médico respectivo para evitar mayores complicaciones.

El estrés afecta a los niños de igual forma que lo hace con los adultos, no debemos olvidar esto, quizá seremos los maestros quienes estemos poniendo una parte de estrés en el mundo infantil, debemos poner en practica técnicas contra el estrés en nuestras aulas.

Es necesario que en el mundo acelerado y cambiante que vivimos, nos demos tiempo para apreciar esos pequeños grandes momentos como el de un atardecer o jugar con los niños, pues como lo ha demostrado este trabajo a pesar de que el estrés es una enfermedad de nuestros tiempos también tiene cura y es posible de evitar o minimizar en sus efectos, siendo esencial que seamos consientes de cómo debemos llevar una vida sana y equilibrar nuestras responsabilidades con nuestro derecho a una vida de calidad para nosotros y nuestras familias.

Bibliografía

López Roseífi Daniel. Estrés, como entenderlo, entenderse y vencerlo. Documento sin editorial. 2003

Pulití Afilio Raúl. El Manejo del Estrés. Documento sin editorial. 2003

Gastón de Mézerville. Ejes de Salud Mental. Edición Preliminar, Universidad de Costa Rica. 2001

Gutiérrez Lanzas Ledia. Técnicas para el manejo del estrés. Miami 2001

Woolfolk, Anita. 1996 Psicología Educativa. 6ta.ed. Prentice may

Hispanoamericana, S.A. México

domingo, 19 de septiembre de 2010

PREGUNTAS FRECUENTES QUE SE HACEN LOS PADRES

En esta sección se irán incluyendo las respuestas a las preguntas más frecuentes que se hacen los padres

¿Cómo ayudar al niño que ha perdido a los padres?

Su actitud hacia el niño, ¿es demasiado agresiva?

¿Qué hacer con un niño mayor de 6 años que duerme siempre en la cama con los padres?

¿Cómo actuar con las rabietas del niño de 2 años?

Mi hija tenía asumido el control del pipí y desde hace unos días se vuelve a hacer pis encima, ¿qué puedo hacer?

Mi hijo llora a menudo, ¿debo dejarle llorar?

¿Es normal que mi hijo se masturbe?

¿Influye la televisión sobre mi hijo? ¿De qué manera?

¿Es bueno que el niño vaya a la guardería?

Me voy a casar con la madre de una niña. Ellas no fueron muy bien tratadas por su verdadero padre ¿Qué debemos hacer?

Mi hija de 2 años y 4 meses reacciona agresivamente por el menor motivo y padece de constantes infecciones de oído, ¿qué me recomiendan?

Mi hija sufre pesadillas o terrores nocturnos, ¿qué puedo hacer?

Las respuestas que se presentan son muy genéricas y solo a título orientativo. Ante cada caso particular deberían estudiarse las causas del problema y establecer las acciones o terapias adecuadas.


¿Cómo ayudar al niño que ha perdido a los padres?

Intentar demostrarle con besos, caricias y palabras que es muy querido por las personas que le rodean. Es muy importante arroparlo mucho afectivamente, e ir favoreciendo que el niño exprese lo que le pasa, que lo pueda hablar con alguna persona cercana a él (con la que él se sienta más próximo), que llore si necesita llorar y que cuando lo haga encuentre siempre el consuelo en palabras y afecto de alguien cercano. De esta forma, y poco a poco, debería poder ir elaborando todas las cosas que le han ocurrido y que, probablemente, le han desestabilizado el ánimo y la seguridad afectiva.

Si ven que la tristeza del niño/ña se prolonga demasiado no duden en la conveniencia de consultar a un especialista infantil.

Su actitud hacia el niño ¿es demasiado agresiva?

Procure no utilizar maneras agresivas con el niño, pues esto solo puede empeorar su conducta, perjudicar la relación de éste con usted y favorecer que, a su vez, su hijo aprenda a utilizar la agresividad como forma de imposición.

Procure estar bien consigo mismo: intente relajarse, hacer algún deporte o pregúntese de qué manera puede usted desahogar el estado nervioso y de sobrecarga que le causa ese estado. Sintiéndose usted mejor, podrá atender mejor a su hijo.

¿Qué hacer con un niño mayor de 6 años que duerme siempre en la cama con los padres?

Con un niño de esta edad se puede razonar perfectamente sobre la incorrección del hábito que ha adquirido, así como establecerle límites a todo esto.

Empiecen desde el principio, como si tuviesen que enseñar a un niño pequeño a dormir en su propia cama. Cuando llegue el momento de ir a dormir, acuéstenlo (si quieren y como paso intermedio, léanle un cuento o dénle un muñeco para dormir) y adviértanle que, bajo ningún concepto, van a consentir que se levante a media noche de su cama para ir a la suya. Si no obedece, cada vez que se levante para ir hacia la cama de Vds., devuélvanla a la suya. No cedan, si no estarán de nuevo perdidos. Así tantas veces como sea necesario.

Si lo consigue, felicítenle de alguna manera, con algo que a él le agrade.

Será duro al principio, pues probablemente les costará varios paseos para devolverle a su cama, pero el esfuerzo valdrá la pena. Sobre todo, no cedan ni una sola noche más.

Si lo logran, tanto Vds. como él descansarán mucho mejor.

Si su hijo es muy movido, favorezca que realice actividades de movimiento: llévelo al parque o a lugares amplios y abiertos donde pueda desahogarse sin limitaciones.

Intente cambiar su actitud respecto al niño, procurando ser más tolerante. Cuando le sobrevenga el enfado hacia él, procure respirar hondo, contar hasta 3, y pensar cómo va a proceder ante esa conducta.

¿Cómo actuar con las rabietas del niño de 2 años?

En el niño de 2 años son típicas las rabietas, de mayor o menor intensidad, según el carácter del niño. Con ellas, el niño intenta medir los límites de los adultos ( hasta dónde pueden aguantar), los propios (hasta cuánto puede conseguir mediante esa actitud) ,..., pero quizás, si la intensidad de la rabieta es muy fuerte, llega un punto de descontrol tal, que al niño le resulta difícil volver a serenarse.

Es una fase "normal" en la evolución del niño, al igual que la etapa del "no",..., pero por ello debe intentarse que no se agrave en intensidad ni se alargue en el tiempo. El niño ha de comprobar que con esa actitud no consigue lo que pretende.

En la medida en que no pueda hacerse daño a sí mismo o a los demás, lo mejor, ante una rabieta de este tipo, es mantener la calma (en la medida de lo posible), mostrarse impasibles (ni siquiera enfado) ante "el show" y esperar a que pase. Cuando esto se repita varias veces, el niño terminará por anular esta actitud, ya que no le será "útil", y las cosas o conductas inútiles tienden a desaparecer.

Por el contrario, cuando el niño esté calmado, dénle toda la atención que requiera. Sobre todo, procuren no pegarle, pues eso sólo despertaría en él más rebeldía y rabia, y sería un modelo más que tendría a seguir, de comportarse agresivamente para poder dominar algo o alguien.

Mi hija tenía asumido el control del pipí y desde hace unos días se vuelve a hacer pis encima, ¿qué puedo hacer?

Probablemente, algo debe haber ocurrido en estos días (en casa, en la escuela,...) que le ha provocado a la niña este descontrol del pipí que ya tenía asumido. Intenten averiguar de qué se trata e intenten hablar con ella sobre esto, que probablemente debe preocuparla, auqnue quizás no lo demuestre.

No la riñan ni amenacen; podríamos estar haciendo de un pequeño descontrol un problema más agravado, tampoco alteren sus costumbres en el hábito del sueño: no duerman con ella. Piensen que, de todo ello, la niña podría estar sacando un beneficio secundario, que después no le interese perder y eso alargue su problema.

Procure que la niña no beba demasiados líquidos antes de acostarse y que transcurra un rato lo suficientemente amplio desde la cena hasta que la acueste.

Deje pasar unos días sin hacer demasiado caso de los escapes, ni hable de ellos; intente quitarles importancia, para disminuir la angustia que debe sentir la niña cada vez que ve lo que le pasa. Y, sobre todo, la primera noche que consiga volver a controlar el pipí, prémiela con algo que ella desee, muéstrele alegría y satisfacción por lo logrado.

Si, pese a esto, este descontrol no remite en unas semanas, no duden en consultar con un psicólogo infantil que pueda profundizar más en las causas que pueden estar provocando este pequeño descontrol nocturno.

Mi hijo llora a menudo, ¿debo dejarle llorar?

En lo que se refiere al hecho de dejar llorar a un niño, desde el punto de vista psicológico no se aconseja hacerlo, pues aunque aparentemente sus necesidades "fisiológicas" estén cubiertas y no sufra "aparentemente" riesgo físico alguno, puede estar demandando cubrir necesidades de otro tipo. Me refiero a las necesidades afectivas: de contacto, de sentirse atendido, querido, protegido,... Un abrazo o una demostración de cariño en ese momento, o la dedicación de un tiempo a atender esa demanda puede evitar que esos lloros acaben convirtiéndose en una demanda crónica.

Si dudan del estado emocional de su hijo, no duden en acudir a un psicólogo infantil, pues mediante la observación del niño y de su juego, y quizás de alguna otra prueba proyectiva, podrá valorarlo y ustedes quedarán tranquilos.

¿Es normal que mi hijo se masturbe?

La sexualidad en el niño está presente desde los primeros momentos, desde que va descubriendo el propio cuerpo mediante la autoexploración, es decir, desde que es un bebé.

Si al explorar esta zona, la de los genitales, descubre placer, es normal que persista en esta actividad. Es un hecho normal a cualquier edad, no es malo, sólo se convierte en problema cuando se hace de forma excesiva o en público. Todo ello es resultado del interés por el propio cuerpo.

Para mantener esta actividad "controlada" y que no vaya a más convirtiéndose en una verdadera preocupación, hay que intentar no reaccionar excesivamente cuando se encuentre al niño en esta situación y distraer su atención hacia otra actividad.

La masturbación si ocurre sólo despúes de las rabietas, puede obedecer a una descarga de las tensiones acumuladas.

¿Influye la televisión sobre mi hijo? ¿De qué manera?

El impacto que la TV tiene sobre los niños es evidente, entre

otras cosas porque en todas las casas hay por lo menos un televisor, y no hay niño que escape a su influencia.

Los niños ven muchas horas de televisión y la mayoría de éstas están sobrecargadas de violencia; además, la información visual causa gran impacto en la mente, y más en la de los niños. El niño, al presenciar tal bombardeo de violencia, queda influido de determinadas maneras:

- favorece en él una desensibilización hacia la violencia, se familiariza y acostumbra a ver como normal, determinado nivel de agresiones.

- corre el riesgo de identificarse con el héroe o provocador, sea cual sea éticamente su conducta.

- según la edad del niño y el nº de horas de impacto televisivo a que esté sometido, puede llegar a confundir la realidad con la ficción , con el riesgo que esto comporta.

Todo esto queda potenciado, si el niño no mantiene una relación "de calidad" con su familia, amigos,... que compense estos impactos.

No hay duda; numerosos estudios han demostrado la clara relación existente entre la violencia en TV y los comportamientos agresivos en los niños.

Está en manos de los padres, proteger a sus hijos de todo esto seleccionando la programación que éstos ven, así como limitando el nº de horas que pasan frente al televisor. Y, sobre todo, los propios padres han de predicar con el ejemplo.

¿Es bueno que el niño vaya a la guardería?

Tengo un nietecito de 10 meses y desde los tres meses lo he cuidado yo,desde las 8 de la mañana hasta las 2 de la tarde y luego su otra abuela desde las 16 horas hasta las 19 horas (todavia somos abuelas jovenes,pues tenemos 49 y 52 años).Esto ha sido así porque los padres del niño trabajan. Ahora han querido llevar al bebé a una guardería, desde luego es buena, pero solo por las mañanas y por las tardes lo seguimos cuidando las dos abuelas,turnándonos los dias.

El niño en una semana ha adelgazado 400grs.y ahora cuando ve que alguien extraño le acaricia se pone a llorar, cuando antes era un niño que se reia si alguien le decia algo.Yo no sé que pensar y estoy muy preocupada por el bebé. En casa es feliz y se ríe mucho.Por favor decirme algo pues me siento muy mal y pienso si puede ser por llevarlo a la guardería.

Muchas gracias.

Respuesta:

Antes que nada agradecer su confianza en visitar y consultar sus dudas a través de nuestra página web.Y disculpen la demora de la respuesta, pero son muchas las consultas diarias recibidas, y ello dificulta la fluidez en las respuestas.

Parece, por lo que me cuentan, que su nieto está en pleno proceso de adaptación, necesario ante cualquier cambio; en principio, cuanto más pequeño es el niño, más le costará adaptarse a una situación para la que no está preparado. No hay una edad "ideal" para empezar a ir a la guardería; las necesidades laborales son las que la imponen. Pero considero que, siempre que el niño pueda estar al cuidado de un adulto de confianza, es algo preferible a su asistencia en guardería. ¿Por qué? El motivo es muy simple: las necesidades (de todo tipo) que tiene un niño de menos de 3 años, difícilmente pueden cubrirse con otros 13 o 14 niños (pues actualmente, los grupos de niños suelen ser sobre esta proporción, por cuidadora). Y si no, pregúntense por qué la escolaridad obligatoria empieza a los 3 años y no antes.

De todas maneras, no siempre los padres pueden disponer de una persona que atienda a su hijo, durante las largas horas de la jornada laboral. En ese caso, la edad de ingreso más adecuada es la de los dos años, pues el niño cuenta ya con importantes avances en el lenguaje (con lo cual puede pedir y expresar algo más lo que le pasa) y en la psicomotricidad (se mueva con más seguridad).

Sólo decirles que no se angustien, y hablen todo lo que haga falta con la cuidadora del niño.

Me voy a casar con la madre de una niña. Ellas no fueron muy bien tratadas por su verdadero padre ¿Qué debemos hacer?

El motivo de la consulta es el siguiente, me voy a unir en matrimonio con la madre de la niña, y lo que sucede es que sabemos que ella sentirá rechazo a esto y se pondrá rebelde. La niña está muy afectada, y también su madre por la vida que llevaron junto al padre de la niña. La niña no era muy bien tratada por él, incluso ni su madre fueron muy bien tratadas, es por eso que están afectadas, y a pesar de esto, sabemos que la niña extrañará a su padre, porque desde luego es su padre y siempre lo será, pero como ya le mencioné, están muy afectadas y quizás eso haga que todo esto sea más difícil para mí y para su mamá. Así que les pido un consejo sobre qué hacer.

Respuesta:

En realidad se encuentran ante una situación delicada, pues el daño recibido cuesta mucho de reparar y todavía más cuando se trata de un niño, pues todo queda grabado con más fuerza. Yo les aconsejaría que consultasen a un psicólogo de su población, para que valorase en profundidad la situación emocional en que se encuentra tanto la niña como la madre, valorar el hecho de si va a seguir viendo o no a su padre, en qué condiciones, pautas para que Vd. vaya siendo aceptado por ella,... No es una situación sencilla.

Mientras tanto hablen con ella todo lo que puedan, permitan que a su vez ella comunique todo lo que piensa y siente al respecto aunque demuestre rabia o enfado y, sobre todo, demuéstrenle mucho amor, pues lo que más teme un niño quedarse al desamparo de que nadie le quiera ni le importe.

Mi hija de 2 años y 4 meses reacciona agresivamente por el menor motivo y padece de constantes infecciones de oído, ¿qué me recomiendan?

Mi hija es la segunda de 3 hermanitas, convive con los padres, abuelos, primos y tíos. Su carácter es muy fuerte, no le gusta convivir mucho con otros niños (excepto sus primos), y creo que ya no es normal su comportamiento, ya no es una simple rabieta o pataleta, sino que ya reacciona mas agresivamente por el menor motivo y no entiende si le hablamos, la llevamos a otro lugar, con unas nalgadas, etc., ya lo hemos intentado todo pero sigue igual. Sufre de problemas del oído (frecuentes y dolorosas infecciones) pero no sé si sería necesario llevarla al psicologo infantil, ¿qué me recomiendan?

Respuesta:

Con los datos que me aporta y teniendo en cuenta la corta edad de la niña, considero que la dolencia física que padece (las frecuentes infecciones de oído) están jugando un papel importante en todo esto. Puede que esa molestia, tan repetitiva y dolorosa, esté influyendo en su carácter, haciéndolo más irritable e irascible. Es pequeñita aún, y Vd. me cuenta que de las dos hermanas que tiene, una de ellas es aún más pequeñita que la niña en cuestión: puede que no esté llevando nada bien este tema. Habría que conocer con más detalle todo el historial de la niña, desde el embarazo para poder precisar si esta puede ser también una causa que se añade a la problemática de la niña.

También me indica que conviven con ella un alto número de personas (abuela, tíos, primos, hermanas, padres): probablemente demasiado movimiento alrededor de una niña con molestias de oído, que sigue siendo pequeña pero que ya no es la más pequeña de la casa. Intenten ser tolerantes con ella, pero sin sucumbir a sus rabietas. Cuando las haga, no consientan en lo que la niña pretende conseguir en ese momento, pero tampoco le peguen ni se enfurezcan con ella; esperen con calma, en la medida de lo posible, a que termine "su rabieta" y luego, sobre todo, no cedan.

Cuando ella observe que con esa actitud no consigue lo que quiere, terminará por desaparecer su conducta. Si ven que persiste esta irritabilidad y agresividad de la niña, no duden en acudir a un psicólogo infantil, que les orientará debidamente. Pero antes que nada, hagan (que supongo que ya viene siendo así) por solucionar su problema de oídos.

Mi hija sufre pesadillas o terrores nocturnos, ¿qué puedo hacer?

Mi niña de 4 años 9 meses esta sufriendo de pesadillas o terrores nocturnos, que no sé como manejar. Despierta en sollozos a la medianoche o de madrugada y cuando me acerco a su cama me dice que me vaya y si no me voy de su dormitorio, ella se sale y se va a la sala pero todo esto lo hace llorando y como renegando, despues de un rato que la dejo tranquila pero observándola, se pone a llorar y me llama para que la calme y la abraze. He estado leyendo sobre los terrores nocturnos y no sé a que pueda deberse.

Creo que debo comentarle que por motivos de mi trabajo salgo temprano de mi casa con mis dos niños y la empleada a la casa de mi madre, ahí se quedan mi niño de 2 años y la empleada, pues mi hijita se va a la escuela, pero cuando ella sale de la escuelita se va a la casa de mi hermana que está enfrente de la casa de mi madre. A veces creo que son estas cosas las que le crean estas pesadillas a mi hijita. El problema es que mi niña no puede quedarse con su hermano en la casa de mi madre, porque mi niña es muy caprichosa y mi hermana la ha acostumbrado a hacer su voluntad, eso hace que sea dificil que se quede con su hermanito. Ademas, mi niña tiene rabietas cuando no hacemos lo que ella quiere como por ejemplo que se le compren golosinas a la hora que ella quiere.

Les agradezco me den una orientacion para tratar las pesadillas y las rabietas de mi hija.

Respuesta:

¿Ha probado de hablar con ella, al día siguiente, sobre lo ocurrido durante la noche? Inténtelo. Si no recuerda nada, estaríamos hablando de terrores nocturnos; por el contrario, se trataría de pesadillas.

Si se tratase de terrores nocturnos, Uds. ya proceden de la forma correcta, pues no se puede hacer más que esperar a que pase "la crisis", abrazándola para que se tranquilice y se sienta protegida.

Revise si la niña, durante el día o poco antes de acostarse, está sometida a demasiada excitación que podrían desencadenar en ella estos miedos; o si ve escenas violentas en TV,.. Las pesadillas, sin embargo, son habituales en los niños de 3 a 6 años. El proceder sería el mismo. Si en un tiempo prudencial, esto sigue repitiéndose acuda a su pediatra para que descarte cualquier otra alteración de tipo físico.

PADRES SEPARADOS

Dado el elevado número de separaciones entre parejas que se producen hoy en día, son muchos los niños afectados por esta situación. Esta situación ha dejado de ser excepcional para pasar a ser bastante habitual.

Además del shock emocional para los padres que supone una ruptura sentimental, éstos cargan con el miedo de cómo toda esa situación repercutirá en sus hijos.

Las consecuencias que sufre el hijo de padres separados estará más relacionado:

- con las desaveniencias familiares previas y asociadas a la separación

- y con el papel que hacen jugar al niño en la separación más que con la propia separación.

Esto, junto con la edad y la madurez del propio niño condicionarán la forma cómo esta separación influirá en su desarrollo.

Veamos varios apartados:

Posibles reacciones en el niño

Como influye la edad y madurez del niño

Mensajes clave para recordar al niño

Mensajes clave para los padres

POSIBLES REACCIONES DEL NIÑO

- Reacción de ansiedad, e incluso angustia, durante el conflicto y tras la separación de los padres. Suelen sentir miedo.

- Lloran a menudo y esto les tranquiliza. Hay que acompañarles en ese momento, y favorecer esa expresión del dolor que sienten.

- Insisten una y otra vez en el deseo de que los padres vuelvan a estar juntos. Hasta que no aceptan que esto no es posible, se muestran muy tristes e infelices. Acabarán aceptando que esto no es más que una fantasía.

- Algunos se acuerdan del otro progenitor, cuando el que está con ellos les regaña; y desean tanto estar con el otro, que incluso pueden llegar a pensar en escaparse de casa. Llegan a idealizar más al otro progenitor, al ausente, pues sólo recuerda los buenos ratos pasados con éste.

- Probablemente, aparezcan trastornos en el sueño y en la alimentación


COMO INFLUYE LA EDAD Y MADUREZ DEL NIÑO

- Cuanto más pequeño es el niño, dispone de menos mecanismos para elaborar lo que está pasando. En consecuencia ,suelen aparecer manifestaciones de ello a través del cuerpo: molestias abdominales, vómitos, dolores de cabeza,...

- Cuando el niño es algo mayor puede sentirse la causa de dicha separación y, por tanto, sentir gran culpabilidad. Suelen aparecer depresiones con fases más agresivas, repercusiones en el rendimiento escolar, regresiones a edades anteriores (vuelven a surgir comportamientos anteriores, de más pequeños,...),...

- En niños ya más mayores, suele desarrollarse una hipermadurez en parte positiva, pero a la vez peligrosa que pretende sustituir al progenitor ausente.

MENSAJES CLAVES PARA RECORDAR AL NIÑO

- La decisión de separarse es exclusivamente de los padres. Ellos han tomado esta decisión porque creen que es lo mejor para todos los componentes de la familia. Los hijos no han tenido nada que ver en esta decisión.

- Los padres no se han separado porque el niño se haya portado mal, pues otras veces lo ha hecho y no ha ocurrido así.

- Resaltar al niño cuántas personas se preocupan por él (abuelos, amigos, profesores,...) y desean que sea feliz. Por tanto, ha de borrar ese miedo que siente a ser abandonado, a quedarse sólo. Cuenta con el cariño de más personas.

- Seguirá disponiendo de ambos padres, en todos los aspectos que él precise, aunque ya no vivan juntos.

- Siempre que le preocupe algo o se sienta mal, podrá hablar con los padres; ello le hará sentirse mejor.

- Aunque los padres se hayan separado, el niño puede igualmente amar y ser amado; no tiene por qué repetirse esa situación siempre.

- Los padres demuestran su amor de muy diversas maneras. Pero puedes sentir que tus padres te siguen queriendo si intentan estar contigo todo el tiempo que pueden, si te ayudan cuando lo necesitas y si te escuchan.

MENSAJES CLAVES PARA LOS PADRES

- No caer en la sobreprotección del hijo por pena; se le ha de seguir tratando como a un niño "normal" de su edad. Si no "no le ayudaremos a crecer", acabará comportándose de forma inmadura y más infantil de lo que le corresponde.

- Todas las personas tienen virtudes y defectos; también los padres. Hablar con el niño del otro progenitor con argumentos reales, sin caer en la ficción.

- Es preferible que, los días de encuentro, no se llenen excesivamente con actividades, pues si se ocupa el tiempo en hacer demasiadas cosas, no hay tiempo para charlar, comunicarse,...

- Los puntos más conflictivos de los padres tras la separación suelen ser: los hijos, el dinero y las nuevas relaciones. Intente ser objetivo y no intentar poner al hijo de su parte. Hay que intentar solucionar estas cuestiones, sin involucrar a los hijos.

- Es preferible para los niños, que vuelva a constituirse una familia compuesta por hombre y mujer, aunque uno de ellos no sea el verdadero progenitor; ello reparará los vínculos dañados, aunque requerirá tiempo la aceptación de esa nueva situación por parte de todos.
Juega todo lo que puedas con tus hijos!




A través del juego conseguirás que crezca con tu apoyo y te sienta cerca. También favorecerás su desarrollo motriz e intelectual.

DESARROLLO PSICOLÓGICO DEL NIÑO DE 9 A 10 AÑOS

A esta edad, las niñas son mucho más maduras que los niños. Dedican casi el mismo tiempo a hablar que a jugar. Se fijan mucho en la ropa que visten, aparece la amiga íntima...

Los niños son diferentes: corren sin parar, hacen rabiar a los grupos de niñas y en el juego prefieren los grupos pequeños a las parejas.

Se compara constantemente con los demás para autoanalizarse y valorar su aceptación social.

Se va configurando su personalidad. Ya se van viendo con claridad sus cualidades y actitudes.

La autoridad de los padres deja su protagonismo para dejar espacio a la propia autoridad interna del niño que cada vez le irá guiando más en sus acciones. Necesita decidir por sí mismo cómo actuar. No le gusta que el padre reaccione con autoridad excesiva, aplicando la ley del más fuerte.

Muestra entusiasmo por las cosas y una gran cantidad de energía física, lo cual hace aconsejar la práctica de algún deporte que facilitará la descarga y el autodominio.

A esta edad el niño suele comer bien. El rechazo o la voracidad hacia la comida adoptará nuevamente un significado afectivo; será una forma de oposición a los padres. A veces, el conflicto viene de muy lejos, de los primeros años de infancia.

Tras un período de juego y de actividad "desenfrenada" es conveniente dejar unos momentos intermedios de calma antes de exigir al niño concentración para realizar alguna tarea escolar; pues la excitación de los momentos anteriores podría impedírselo. Debe haber un tiempo de recuperación de autocontrol.

Su memoria visual está más desarrollada que la auditiva; retener información oral le costará más que la información que ve escrita.

Se intentará que mantenga interés por todas las materias escolares, apoyándole ante las que muestre mayor dificultad. Esto le ayudará a disminuir o el fracaso escolar y a mantener el interés por aprender cosas nuevas.

Si se observa un cambio negativo, de fracaso escolar, en un niño que siempre ha salido exitoso, hay que intervenir de forma inmediata a través de un psicólogo infantil que analice e intervenga sobre lo que está ocurriendo, ya que esta situación podría condicionar el resto de su vida escolar.

En cuanto al desarrollo de su inteligencia, destacaríamos avances, como: - saber contar sin utilizar los dedos

- solucionar problemas matemáticos, en los que se combinen diferentes operaciones

- comprende la relación causa-efecto

- es capaz de razonar, analizar y extraer conclusiones, pero sobre hechos o cosas concretas; aún no puede hacerlo en abstracto

Es importante no basar la educación del niño en el aislamiento social, sino favorecer la relación con otros niños.

DESARROLLO PSICOLÓGICO DEL NIÑO DE 8 A 9 AÑOS

Los niveles de madurez, las experiencias y las condiciones familiares marcarán la variabilidad en los niños de esta edad.

El niño de 8 años se comporta de forma más independiente, y muestra mayor flexibilidad en sus relaciones, pues lo hace con diferentes personas de su grupo.

Se siente más seguro de sí, y ello le hace acercarse a las cosas también con más seguridad, deseando para sí mismo un trato de mayor proximidad al mundo adulto.

Esta seguridad le hará probar verdaderas acrobacias físicas, ante las que mostrar sus habilidades; de ahí, que haya que educarle en la prudencia para evitar peligros innecesarios (facilitar que se sepa proteger a sí mismo).

Es un buen momento, por ello para insistir en la práctica de algún deporte (danza, natación, ...), pues le ayudará a descargar su exceso de energía, beneficiando su equilibrio y el control de sí mismo

La responsabilidad de sus actos se va desarrollando cada vez más, lo cual provocará un menor número de situaciones conflictivas

Muestra gran interés por todos los fenómenos de la naturaleza, curiosidad que hay que aprovechar para hacerle avanzar en sus aprendizajes y en el conocimiento dle mundo que le rodea.

Se interesará, asimismo, por la información de tipo sexual.

El niño de esta edad es capaz de contemplar una situación desde distintos puntos de vista. Se iniciará en el concepto de la "relatividad" de las cosas.

Se desarrolla su razonamiento lógico. Ello le llevará a intervenir y discutir más sobre las explicaciones de los adultos. Va a ir desarrollando su espíritu crítico.

Hay una tendencia a expresarse verbalmente con gran facilidad.

Colabora y participa más en las tareas de casa. Es un buen momento para asignarle tareas que pueda desarrollar sin problema, y que le hagan sentirse útil.

Es muy importante tener presente que para que el niño se desarrolle adecuadamente ha de vivir en un ambiente tranquilo y no inquietante.

La participación es algo muy intenso a esta edad

Será signo de alerta y motivo de consulta el observar un niño que no participa en las actividades, que se aísla por miedo, ... pues algo está ocurriendo.

DESARROLLO PSICOLÓGICO DEL NIÑO DE 7 A 8 AÑOS

El niño de 7 años se muestra más tranquilo que en el año anterior, se mueve menos. Controla más su comportamiento.

Muchos de los hábitos los realiza ya sólo: lavarse, vestirse,... pero aún precisa ayuda para hacer correctamente otros como bañarse,...

Conoce las distintas partes de su cuerpo y de sus articulaciones (codos, rodillas, cadera,...).

Distingue con claridad el lado derecho y el izquierdo, tanto sobre sí mismo como en relación a otros.

Si no es así, se verán complicados los demás aprendizajes escolares, tal y como hemos indicado en anteriores edades.

A nivel de inteligencia, hay un importante cambio: alcanza las llamadas "operaciones concretas". Ello significa que se pasa a la reflexión y la comprensión lógica de las cosas; empieza a poder ponerse en el punto de vista del otro.

Disminuye, en contrapartida, el pensamiento mágico.

El niño de esta edad sabe clasificar y hacer series, así como establecer correlaciones entre 2 o más series de objetos.

Se desarrolla más la conciencia de sí mismo y la de la conciencia moral. Se siente más responsable de sus acciones y de sus cosas.

Participa en el juego de los compañeros de su edad, respetando las reglas establecidas. Este espíritu de participación y cooperación se hará notar también en al familia; será un buen momento para favorecer y fomentar sus iniciativas.

Domina mejor sus emociones delante de los demás, así como sus miedos.

Muestra más pudor en mostrar su cuerpo; no le gusta desvestirse delante de otras personas. Asimismo expresa gran interés por todo lo relacionado con el cuerpo (embarazo, nacimiento, cambios,...).

A esta edad, el niño debe haber aceptado el sexo al que pertenece, identificándose con el progenitor de su mismo sexo. Normalmente, esto ya se produce en torno a los 4-5 años.

Se propiciará realizar actividades conjuntas que les haga tener cierta complicidad.

Ante todo, para contribuir a su progresiva madurez, se fomentará el deseo de hacerse adulto y de reafirmarse como persona.

DESARROLLO PSICOLÓGICO DEL NIÑO DE 6 A 7 AÑOS

Hay cambios bruscos. Es una edad algo difícil.

Se muestra hipersensible, susceptible e irritable. Habrá que cuidar mucho las reacciones ante sus acciones o sus errores.

Se espera más de él. Las exigencias sobre él son mayores.

Se producen cambios en el organismo: caen los dientes de leche y empiezan a salir los primeros molares definitivos. Todo el organismo se hace hipersensible: son frecuentes las molestias físicas de anginas, pies y piernas, fatiga,... se le darán los cuidados que precise, pero sin demasiadas contemplaciones, pues se favorecería la fragilidad.

El ejercicio y una buena alimentación le ayudarán.

Se observan bruscos cambios de humor que le hacen rechazarlo todo y no querer nada, seguido de arrepentimientos y acercamiento social.

Hay nuevos progresos motrices: en su juego hay un gran derroche físico. Se distrae fácilmente: su impulsividad le hace no percibir los peligros.

El niño de esta edad continúa sometido a lo que percibe de forma inmediata, y esa percepción aún no es capaz de corregirla mediante el razonamiento lógico (de la misma forma que lo viene haciendo en los tres últimos años).

El niño de esta edad iniciará su etapa en la escuela, muy distinta a la que era en preescolar: ahora se enfrentará a más exigencias,... Se le intentará facilitar esta adaptación: se le preparará hablando con él sobre lo que le espera (dónde irá, con quién, qué hará,...).

El principal objetivo del curso será el aprendizaje de la lecto-escritura. Si el niño está maduro para ello, en poco tiempo aprenderá. para ello deberán darse una serie de condiciones:

- un dominio suficiente del lenguaje hablado (que distinga sonidos, palabras,...)

- que su inteligencia se encuentre ya en el nivel analítico, es decir, que sea capaz de aislar y diferenciar formas, componer y descomponer grupos de letras,...

- una buena lateralización

- buena organización del espacio y del tiempo

- una visión y audición dentro de la normalidad

- buena psicomotricidad

Es importante no forzar al niño a iniciarse en la lectura, por el hecho de tener 6 años.

Tendrán que revisarse las condiciones mencionadas, y trabajar la o las que falten, para que más adelante pueda darse dicho aprendizaje sin problemas.

Forzar al niño y dramatizar su fracaso en la lectura, sólo provocaría en él un rechazo total hacia todo lo relacionado con la lectura, y por extensión a otras asignaturas, viéndose así afectado su éxito escolar.

El cálculo será el otro aprendizaje importante del curso: clasificar, ordenar, aprender las series de números,... Para ello, se requerirán las mismas condiciones que para la lectoescritura.

Con frecuencia a esta edad se da una nueva fase de "por qué".

Sabe conversar con fluidez.

Muestra interés por los cuentos clásicos, y por la naturaleza, los animales, las plantas,... Conoce algunos de estos cuentos de memoria y es capaz de contarlos.

DESARROLLO PSICOLOGICO DEL NIÑO DE 5 A 6 AÑOS

Esta es una edad fácil, más conformista. Los conocimientos adquiridos hasta ahora se organizan y solidifican.

Su motricidad es ahora más tranquila, lo cual le permite también disfrutar en espacios reducidos (el año anterior aún necesitaba espacios grandes). Su motricidad sigue perfeccionándose.

El niño expresará en sus dibujos lo que se conoce como "realismo intelectual", es decir, lo que dibuja no es la realidad (objetivamente hablando), sino los objetos tal y como son para él (lo que él sabe de ese objeto). Así observaremos transparencias entre un objeto y otro, desproporciones, falta de planos,...

El niño expresará con sus dibujos lo que no puede expresar de otro modo.
En el juego, se observan diferentes intereses según se trate de niños o niñas.
Aparecen los amigos inseparables de su mismo sexo.

Importante en esta edad, es que la lateralidad o predominio del lado derecho o izquierdo (de mano, ojo y pie), suele estar bastante definida. Utilizará más y será más hábil con su mano dominante, sea una u otra.

Este proceso se va completando hasta los 6 años, pero ya se ha de ir definiendo, pues ha de estar claro antes de que se produzca el aprendizaje de la lectoescritura.

Una lateralidad poco clara complicará los aprendizajes y repercutirá en otras áreas de su vida. En estos casos, se le debe ayudar a lateralizarse, descubriendo cuál es su lado dominante.

Todavía no reconoce la derecha e izquierda en el cuerpo del otro.

Si se detectan defectos de pronunciación en el lenguaje será conveniente consultar a un especialista infantil.

Le gustan mucho los cuentos, pues aunque aún no sabe leer pasa largos ratos mirando los dibujos.

Le gusta terminar lo que ha empezado, tanto en el juego como en la conversación. Le molesta dejar algo a medias.

Se encuentra en una actitud muy receptiva, en la que el mundo externo es muy importante.

Los niños de esta edad son muy diferentes los unos de los otros.

TRASTORNOS PSICOLOGICOS DEL SUEÑO

CONTENIDO


Trastornos del sueño en el lactante

Problemas al acostarse

Despertar a medianoche

Terrores nocturnos

Pesadillas

Sonambulismo

Insomnio

Hipersomnia

Muchos de los trastornos del sueño son secundarios a otros trastornos, pero pueden acabar agravando el problema principal.


TRASTORNOS DEL SUEÑO EN EL LACTANTE

Aunque estos trastornos son, generalmente, "benignos" no deben ser subestimados, pues pueden ser inicio de trastornos de mayor amplitud.Hay variaciones importantes en cuanto al nº de horas de sueño que un bebé necesita: suele ser alrededor de 17 horas, y al final del año de unas 15 horas.

Durante los 3 primeros meses, las interrupciones nocturnas suelen ser frecuentes hasta que poco a poco vayan estabilizándose sus ritmos de sueño.

- Se evitará sobreestimular al bebé durante la vigilia, sobre todo, en momentos cercanos a la hora de dormir.

- Se cuidarán las condiciones externas: luz, ruidos, calor,...

- Y la madre, con sus cuidados "arropará" afectivamente al niño para que éste pueda abandonarse al sueño sin miedos.

El trastorno, propiamente hablando, más común es aquel en el que el bebé duerme períodos de corta duración, seguido de despertares frecuentes, con lloros. Ello altera la vida familiar de forma importante.

Para poder incidir sobre este trastorno, habrá que revisar qué hace el bebé durante el día pues, generalmente, en la mayoría de estos casos se dan condiciones poco favorables para que se establezca un adecuado período de descanso.

PROBLEMAS AL ACOSTARSE

El niño, en cuestión, muestra resistencia a acostarse por diferentes motivos (miedo a la oscuridad, miedo a no despertarse, por sentir inseguridad cuando está solo, por preferir la compañía y la atención de los padres,...), siempre recurriendo a excusas y/o a conductas manipuladoras. Mientras el niño va consiguiendo alargar el momento, va consiguiendo dosis suplementarias de atención y retrasando la angustia que le produce la separación.

Es conveniente e idóneo atajar este problema antes de que se produzca, y la forma de hacerlo es no transigir en el momento de ir a la cama.

Si esto ya se ha convertido en un problema habrá que establecer todo un plan:

- decidir y señalar en qué momento preciso el niño debe acostarse.

- establecer, en los momentos previos al acostarse, rituales que den seguridad al niño (es decir, hacer cosas que vayamos repitiendo cada día y que le vayan mentalizando de que se acerca la hora de dormir: leer un cuento, coger su muñeco preferido,...) pero sabiendo cómo poner punto y final y no dejar que también se alarguen incansablemente.

- procurar evitar actividades o juegos demasiado excitantes y activos en los momentos previos de acostarse.

- y, en ocasiones, sería conveniente ofrecer alguna pequeña recompensa al niño por haber cooperado en el momento de acostarse.


DESPERTAR A MEDIANOCHE

Si se produce de manera ocasional, no constituye ningún problema; sí lo será en el momento en que se convierta en un hábito.

El bebé que se despierta a medianoche porque está mojado, tiene hambre o le duele algo no se le puede, en absoluto, ignorar y habrá que proceder como convenga.

Si el niño es ya mayor deberá observarse el motivo que siempre envuelve a esas interrupciones del sueño (a quién llama, qué pide, respuestas que obtiene,...), y con esta información establecer un plan que podrán establecer los propios padres o con ayuda del especialista infantil.


TERRORES NOCTURNOS

Cuando hablamos de terrores nocturnos no nos referimos a sueños que producen miedo, sino a etapas del sueño en las que al niño le cuesta pasar del sueño profundo al superficial.

El niño no los recuerda, y poco se puede hacer para ayudarle durante ese terror; se esperará a que acabe, abrazándolo y calmándolo hasta que vuelva a la realidad.

En principio, no son algo significativo. Sí sería conveniente acudir al especialista, si se dieran con mucha frecuencia y/o se convirtieran en algo muy molesto.

PESADILLAS

Se trata de reacciones de miedo ante los sueños desagradables; estas reacciones pueden llegar a ser aterradoras. Normalmente, responden a sentimientos de inseguridad, preocupaciones, miedos,...

Lo mejor es despertarle y tranquilizarle. El niño recordará su sueño.

Durante el día, puede hablarse sobre ese sueño, con el fin de ir calmando esos miedos.

Aparecen con mayor frecuencia en niños inseguros y ansiosos, que se preocupan mucho por las cosas.


SONAMBULISMO

El niño, sin despertarse, se levanta de la cama y deambula por la casa.

Se trata de una alteración del sueño, donde los mecanismos encargados de la relajación y la inmovilidad que, normalmente, se produce durante el sueño, son inmaduros y no actúan.

Suele mejorar espontáneamente, aunque cabe la posibilidad de tratamiento médico.

INSOMNIO

Es la dificultad de conciliar el sueño o, de que una vez conciliado, el niño se despierta y no puede volver a dormirse

Habrá que descartar si se está tomando alguna mediación que pueda estar provocándolo.

A partir de esta eliminación, será conveniente valorar de forma más profunda las circunstancias individuales que rodean al niño en cuestión, y establecer un tratamiento.

HIPERSOMNIA

Es la tendencia a dormirse durante todo el día.

Habrá que descartar en primer lugar, si alguna medicación pudiera estar provocando este trastorno,y consultar por ello al especialista.

OTROS TRASTORNOS

CONTENIDO

Trastornos fóbicos en el niño

Trastornos obsesivo-compulsivos

La depresión en el niño

Psicosis infantil
 
TRASTORNOS FOBICOS EN EL NIÑO

El niño "con fobias" siente un miedo irracional y desproporcionado respecto a un objeto o situación real que se lo provoca; él lo vive como una "auténtica" amenaza, de ahí la angustia y el pánico que le suscita.

Como resultado de ello, intenta "evitar sistemáticamente" esa situación: es,en ese momento, cuando la situación de miedo pasa a ser fóbica (esa es su estrategia, "evitar").

Aunque la persona reconoce que ese miedo que siente es excesivo, no puede controlar su reacción. El grado de incapacitación que ese miedo provoca en el sujeto es lo que marcará la gravedad de ese trastorno fóbico.

Hay miedos universales presentes en el desarrollo normal de todo niño, pero que, al igual que aparecen, también desaparecen espontáneamente, a medida que el niño va adquiriendo experiencia respecto a ellas. De forma general, se puede señalar que:

- en los primeros meses de vida, el bebé siente miedo ante los ruidos fuertes e inesperados.

- alrededor de los 6 meses, siente miedo ante los movimientos repentinos,...

- hacia los 8 meses, miedo a las personas y situaciones extrañas. En estos primeros meses, sólo la presencia de la madre calmará la angustia desencadenada.

- alrededor de los 4 años, miedo a la oscuridad, a estar solo, a seres imaginarios, a los animales, a elementos de la naturaleza (truenos,...),...

- hacia los 8 años, miedos más existenciales (a la muerte,...)

La edad nos indicará si su miedo es o no consecuente con ésta y cuánto tiempo se puede esperar que éste dure. De todas formas, aunque ese miedo sea propio de la edad, no debe jamás ignorarse ni ridiculizarse. Tampoco sobreproteger al niño cuando aparezca el miedo, pues ello le llevaría a pensar que existe un peligro real respecto a lo que él siente.

Lo más conveniente es:

- hablar con el niño

- concretar su miedo

- enseñarle a dar el valor real que éste puede tener

- así como maneras de disminuir su ansiedad cuando esté próxima la situación desencadenante.

No todos los miedos desaparecen totalmente con la edad. Todos, niños y adultos, tenemos nuestros propios miedos. Muchos miedos intensos que se tienen de adultos, provienen de experiencias "sufridas" en la edad infantil.

Hay muchos tipos de fobias. Podemos mencionar algunas de ellas:

- miedo a alejarse sólo de casa

- miedo a los lugares muy concurridos de gente

- miedo a los lugares cerrados (claustrofobia)

- miedo a los espacios abiertos (agorafobia)

- miedo a la visión de la sangre

- miedo a los animales (zoofobia)

- miedo a los insectos

- miedo a las alturas

- miedo al agua (hidrofobia)

- .....

Hay quien sufre un tipo de fobia simple, y hay quien presenta una combinación de ellas. Evidentemente, obtiene mejores y más tempranos resultados el primero que el segundo.

El tipo de fobia más frecuente en niños es la fobia escolar. El niño suele reaccionar mediante molestias físicas tales como cefaleas, dolores abdominales,... , incluso vómitos, con el fin de evitar la asistencia a la escuela. Suele suplicar a los padres que no le lleven a la escuela, que acudirá sin falta más tarde o al día siguiente; pero se repite la misma situación. En el momento de la crisis, el niño no razona ante nada.

Cabe diferenciar la fobia escolar de la reacción que un niño pequeño tiene al separarse de la madre cuando entra por primera vez en la guardería; la edad del niño marcará esta diferencia.

Los trastornos fóbicos suelen aparecer entre los 6 y los 12 años; en muchas ocasiones, van desapareciendo espontáneamente (por lo menos aparentemente) o reaparecen con otras formas más adelante.

El tratamiento en niños con fobias suele dar buenos resultados, ya que es más fácil cambiar el estilo cognitivo que aplica el niño sobre las cosas.

Para poder aplicar un tratamiento adecuado, deberán analizarse:

- los elementos presentes en el momento en el que al niño se le desencadena la fobia

- los estímulos o situaciones que rodean al momento en el que ésta aparece.

- qué cosas hacen que esta fobia se mantenga (beneficios secundarios,...).

Los padres no deben forzar al niño a enfrentarse al objeto o situación que causa su temor, pues ello puede hacer aumentar su angustia y su temor. También deberán cuidar su actitud, pues ésta puede inducir al niño a esos temores. La reacción de la familia frente a estas situaciones es decisiva, puede agravar o atenuar la angustia. Suele tratarse de niños muy dependientes del núcleo familiar. De ahí, que se haga necesario también asesorar y trabajar con la familia del niño "fóbico".

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El niño "con fobias" siente un miedo irracional y desproporcionado respecto a un objeto o situación real que se lo provoca; él lo vive como una "auténtica" amenaza, de ahí la angustia y el pánico que le suscita.

Como resultado de ello, intenta "evitar sistemáticamente" esa situación: es,en ese momento, cuando la situación de miedo pasa a ser fóbica (esa es su estrategia, "evitar").

Aunque la persona reconoce que ese miedo que siente es excesivo, no puede controlar su reacción. El grado de incapacitación que ese miedo provoca en el sujeto es lo que marcará la gravedad de ese trastorno fóbico.

Hay miedos universales presentes en el desarrollo normal de todo niño, pero que, al igual que aparecen, también desaparecen espontáneamente, a medida que el niño va adquiriendo experiencia respecto a ellas. De forma general, se puede señalar que:

- en los primeros meses de vida, el bebé siente miedo ante los ruidos fuertes e inesperados.

- alrededor de los 6 meses, siente miedo ante los movimientos repentinos,...

- hacia los 8 meses, miedo a las personas y situaciones extrañas. En estos primeros meses, sólo la presencia de la madre calmará la angustia desencadenada.

- alrededor de los 4 años, miedo a la oscuridad, a estar solo, a seres imaginarios, a los animales, a elementos de la naturaleza (truenos,...),...

- hacia los 8 años, miedos más existenciales (a la muerte,...)

La edad nos indicará si su miedo es o no consecuente con ésta y cuánto tiempo se puede esperar que éste dure. De todas formas, aunque ese miedo sea propio de la edad, no debe jamás ignorarse ni ridiculizarse. Tampoco sobreproteger al niño cuando aparezca el miedo, pues ello le llevaría a pensar que existe un peligro real respecto a lo que él siente.

Lo más conveniente es:

- hablar con el niño
- concretar su miedo
- enseñarle a dar el valor real que éste puede tener
- así como maneras de disminuir su ansiedad cuando esté próxima la situación desencadenante.

No todos los miedos desaparecen totalmente con la edad. Todos, niños y adultos, tenemos nuestros propios miedos. Muchos miedos intensos que se tienen de adultos, provienen de experiencias "sufridas" en la edad infantil.

Hay muchos tipos de fobias. Podemos mencionar algunas de ellas:

- miedo a alejarse sólo de casa
- miedo a los lugares muy concurridos de gente
- miedo a los lugares cerrados (claustrofobia)
- miedo a los espacios abiertos (agorafobia)
- miedo a la visión de la sangre
- miedo a los animales (zoofobia)
- miedo a los insectos
- miedo a las alturas
- miedo al agua (hidrofobia)
- .....

Hay quien sufre un tipo de fobia simple, y hay quien presenta una combinación de ellas. Evidentemente, obtiene mejores y más tempranos resultados el primero que el segundo.

El tipo de fobia más frecuente en niños es la fobia escolar. El niño suele reaccionar mediante molestias físicas tales como cefaleas, dolores abdominales,... , incluso vómitos, con el fin de evitar la asistencia a la escuela. Suele suplicar a los padres que no le lleven a la escuela, que acudirá sin falta más tarde o al día siguiente; pero se repite la misma situación. En el momento de la crisis, el niño no razona ante nada.

Cabe diferenciar la fobia escolar de la reacción que un niño pequeño tiene al separarse de la madre cuando entra por primera vez en la guardería; la edad del niño marcará esta diferencia.

Los trastornos fóbicos suelen aparecer entre los 6 y los 12 años; en muchas ocasiones, van desapareciendo espontáneamente (por lo menos aparentemente) o reaparecen con otras formas más adelante.

El tratamiento en niños con fobias suele dar buenos resultados, ya que es más fácil cambiar el estilo cognitivo que aplica el niño sobre las cosas.

Para poder aplicar un tratamiento adecuado, deberán analizarse:

- los elementos presentes en el momento en el que al niño se le desencadena la fobia
- los estímulos o situaciones que rodean al momento en el que ésta aparece.
- qué cosas hacen que esta fobia se mantenga (beneficios secundarios,...).

Los padres no deben forzar al niño a enfrentarse al objeto o situación que causa su temor, pues ello puede hacer aumentar su angustia y su temor. También deberán cuidar su actitud, pues ésta puede inducir al niño a esos temores. La reacción de la familia frente a estas situaciones es decisiva, puede agravar o atenuar la angustia. Suele tratarse de niños muy dependientes del núcleo familiar. De ahí, que se haga necesario también asesorar y trabajar con la familia del niño "fóbico".

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TRASTORNOS OBSESIVO-COMPULSIVOS EN EL NIÑO

Cuando hablamos de "obsesión" nos referimos a cualquier pensamiento o imagen mental que permanece en la conciencia de la persona, de forma repetitiva e indeseada.

Y la "compulsión" es la actuación estereotipada de la obsesión que tiene la persona (Por ej. , si la obsesión está en los gérmenes, la compulsión podría ser lavarse con mucha frecuencia las manos).

En las obsesiones siempre está presente la necesidad de realizar algún ritual; este ritual va siempre acompañado de ansiedad. Si este ritual es interrumpido, desencadena en el niño una crisis de irritabilidad y agresividad. Suelen desaparecer espontáneamente; en algunos persisten, pues son tolerados o incluso favorecidos por el medio familiar, quedando como rasgos de una personalidad obsesiva.

Es poco frecuente observar este trastorno en niños, antes de los 10-12 años.

Es frecuente observar en la familia antecedentes de trastornos obsesivo-compulsivos o un carácter extremadamente obsesivo.

Las obsesiones y compulsiones en niños no se diferencian de las de los adultos; sí son distintas en la forma de presentación.

Las obsesiones más frecuentes suelen ser:

- sobre daños o peligros potenciales
- sobre la suciedad, los gérmenes,...

Y las compulsiones más frecuentes:

- lavado de manos
- manipulación de objetos
- rituales al acostarse

Con frecuencia, los niños que sufren este tipo de trastornos

- tienen un CI superior al de la media
- presentan obsesiones y compulsiones juntas
- tienen sentimientos de culpa
- sus síntomas perturban su entorno

Hay toda una variación que va desde algunos rasgos obsesivos propios de una personalidad obsesiva (poco tolerante, rígida, superordenada,...) en algunos sujetos hasta llegar a la neurosis obsesiva cuyo trastorno incapacita al sujeto de forma importante. Esta incapacitación es la que marca la gravedad del trastorno.

Algunos pacientes con este tipo de trastornos obtienen buenos resultados con medicación específica. La evolución varía mucho de un individuo a otro. El éxito del tratamiento estará, una vez más, en un análisis individualizado y profundo del trastorno que presenta, por parte de un especilaista infantil.


LA DEPRESION INFANTIL

Este trastorno aunque presenta características comunes a los trastornos depresivos del adulto, también es verdad que tiene sus particularidades según la edad del niño. Los criterios a seguir para su diagnóstico serán los mismos.

La depresión puede presentarse como algo manifiesto o como un trastorno enmascarado por otro; será labor de un buen diagnóstico, averiguarlo.

En la depresión aparece, de forma brusca, un cambio importante en el comportamiento del niño respecto a cómo era hasta ese momento. Se observa en el niño con depresión, un trastorno en su estado de ánimo.

Si aparece de forma clara, el niño se muestra:

- apático, sin interés por cosas que antes le atraían
- triste sin causa aparente
- su capacidad de disfrute (de encontrar placer) está disminuida
- con ansiedad y agitación
- muy irritable
- con el sueño alterado (insomnio por la noche y, a veces, hipersomnia durante el día)
- muy fatigado, sin energía (sobre todo, por la mañana)
- se alteran sus hábitos alimenticios (generalmente, hay pérdida del apetito, pero también se da el caso opuesto)
- con dificultades de concentración, afectándose su rendimiento escolar
- en su pensamiento está muy presente el tema de la muerte
- frases negativas sobre sí mismo
- ..........

En la adolescencia, la depresión aparece frecuentemente en forma de conducta antisocial (agresividad, negativismo,...), deseos de irse de casa y de retraerse socialmente, sentimientos de ser incomprendido, malhumor, irritabilidad,...

En cuanto al tratamiento aplicable a este tipo de trastornos se encuentra la medicación antidepresiva que servirá de base para poder trabajar, mediante psicoterapia, la depresión del niño. Asimismo, el especialista infantil asesorará a los padres sobre cómo ayudar a su hijo a superar el trastorno.

PSICOSIS INFANTIL

El niño psicótico se comporta, permanentemente, de forma "estrafalaria" y desconcertante.

Las conductas propias de una psicosis pueden describirse como:

- aislamiento: presenta una clara falta de comunicación respecto al entorno. Ya desde los primeros meses, se observa una falta de contacto ocular, hay ausencia de sonrisa (propia ya del 3er mes), ausencia del miedo frente a personas o situaciones extrañas (ya presente en el 8º mes). Rechaza, generalmente, el contacto físico.

- con frecuencia su tono muscular es hipotónico (tono bajo).

- sus gestos son extraños, poco habituales

- el niño se muestra como absorto o "embobado" en sus propios movimientos o gestos.

- explora el entorno con formas especiales como el olfateo (de cosas, personas,...),...

- se observan trastornos en el lenguaje, muy diversos según el grado. El niño psicótico adquiere el lenguaje más tarde de lo normal, de forma incompleta e inadecuada; también se ve afectada la entonación.

- hay trastornos de las funciones intelectuales, aunque son difíciles de detectar, pues no hay apenas posibilidad de comunicación con el especialista infantil encargado de evaluarlo.

- presenta una increíble capacidad retentiva (de memorizar).

- su esquema corporal está muy alterado.

- es característica la necesidad de realizar determinados rituales al acostarse, salir,... (el romper esa secuencia le hará "descontrolarse")

- pueden darse ideas delirantes (de tipo persecutorio,...), alucinaciones (auditivas, por ej.),...muy difíciles de constatar.

- trastornos en el sueño (insomnio).

- trastornos en la alimentación

- retraso en el control de los esfínteres

Tipos de psicosis:

- autismo precoz (suele darse antes de los 3 años de vida)

- esquizofrenia infantil (cuanto mayor es el niño más se parece este trastorno al de edad adulta)

En el diagnóstico será fundamental discriminar si se trata de éste u otro trastorno que puede desarrollarse con síntomas similares.

Cuanto antes se intervenga, más se podrá evitar el deterioro que implica sufrir este tipo de trastornos. El tratamiento básicamente es farmacológico, prescrito por el psiquiatra infantil, pero no es curativo (es paliativo de los síntomas). A veces, se hará necesaria la hospitalización del niño. Su educación deberá ser especializada. La psicoterapia con el niño y con la familia puede ayudar mucho.