jueves, 30 de septiembre de 2010

Estimulación táctil en los bebés, beneficios increíbles

La estimulación táctil en bebés es fundamental en su desarrollo motor y psicoemocional, conozca cómo funciona y algunos juegos táctiles para su bebé.

¿Qué es la estimulación táctil?


La estimulación táctil en los bebés es una de las formas más importantes de estimulación temprana para nuestros niños. Mientras que el resto de sus sentidos siguen desarrollándose durante varios meses para llegar a su plenitud, el del tacto ya lo está desde un principio. Por tanto, las primeras percepciones del bebé a nivel del tacto son muy intensas e importantes.

La estimulación temprana táctil pretende tonificar y expandir este sentido, que, a su vez, estimula a las neuronas y a las conexiones entre ellas para un buen desarrollo motor y psicoemocional del niño.

¿En qué consiste la estimulación táctil?

La estimulación táctil consiste en una serie de actividades, a modo de juegos con el bebé, para que éste pueda percibir diferentes tipos de sensaciones al tacto. Por supuesto, la estimulación táctil no debe ser desagradable para él.

Para ello se realizan masajes y caricias al bebé, se le permite que toque diferentes texturas (telas, plásticos duros y blandos, diferentes formas, peluches, etc.) Siempre como si fuera un juego y con los padres controlando que no se meta cosas en la boca que pueda tragar.

Beneficios de la estimulación táctil

La estimulación temprana táctil, aparte de beneficiar al desarrollo intelectual del bebé, ayuda a que vaya reconociendo su mundo. Por ejemplo, la diferencia entre duro y blando le servirá cuando empiece a gatear y caminar y reconocer que superficies son más seguras o no.

Por otro lado, es muy importante la estimulación táctil a través del contacto con la piel de sus progenitores, sea por medio de masajes, caricias o juegos. La ciencia y el estudio del contacto humano demuestran su eficacia terapéutica en un estudio realizado por Moore ER, Anderson GC, Bergman N para la Organización Mundial de la Salud (OMS).

De tal forma que, incluso los niños prematuros que tenían una estimulación temprana con el contacto directo de su madre, evolucionaban más rápidamente a todos los niveles que los niños que no tenían este contacto a menudo.

Ejercicios de estimulación táctil

Según el tiempo del bebé, se pueden hacer diferentes actividades de estimulación táctil. Aquí les ofrecemos algunas ideas:

Entre 0-6 meses: Para introducirlo en los hábitos de cuidados del bebé, con cada cambio de pañal acaricie suavemente con las yemas las extremidades y el tronco del bebé, indicándole el nombre correspondiente: brazo, mano... y, así, además de un estímulo táctil también será auditivo. Dar toquecitos muy suaves, como tamborileando con la punta de los dedos, en diferentes partes del cuerpo del niño. Durante el baño moverle los bracitos en rotación a la vez y luego de forma independiente, dejar que juegue y explore el agua y se prepare para ser remojado.

Entre 7-12 meses: La estimulación táctil en este periodo ya no es pasiva, pasa a una etapa de exploración por parte del niño. Dejar que examine con sus manos todo tipo de texturas: arena, granos de arroz, plásticos duros, telas diferentes, lana, seda, agua, peluches, cartón, papel, etc. (nada que sea peligroso, por supuesto). En esta fase los niños tienden a sondear las cosas con la boca, por lo que no hay que dejarlos solos con según qué materiales. También se le puden pasar por el cuerpo las telas o pelotas de goma, con diferentes tamaños, masajeándole en redondo.

Nuestros consejos

Una vez ha entendido cómo funciona la estimulación táctil, usted puede usar su imaginación para jugar con su bebé y estimular sus capacidades sin necesidad de grandes gastos en aparatos o juguetes. Siempre que pueda combine dos formas diferentes de estimulación temprana a la vez: acariciar (táctil), cantar o hablar (auditiva), etc. En nuestra sección de "estimulación temprana" encontrará más consejos y ejercicios para estimuar a su bebé sin grandes gastos.

Le recomendamos que si tiene posibilidades haga algún curso de masaje infantil. Además de ser un estímulo táctil muy bueno y agradable para el bebé, ayuda a estrechar los vínculos, especialmente con el padre, con el que suele tener menos contacto físico. Por último, nunca sobreestimule al bebé. Los ejercicios de estimulación temprana deben ser un juego para él, de no ser así conseguiremos el efecto contrario.

Juan José Sánchez Ortiz
Terapeuta, escritor e investigador
Colaborador de enbuenasmanos.com

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