miércoles, 29 de septiembre de 2010

Técnicas terapéuticas que pueden emplear los padres de familia

Los niños, al igual que los adultos, presentan diferentes conflictos que les genera tristeza, angustia y preocupación. Para ellos es tan angustiante salir mal en un examen, como saber que su mejor amiga ya no les habla, o que no tienen con quién jugar en la escuela, o que se burlan de ellos por los anteojos que usan. Sin embargo, muchas veces para los adultos es difícil hallar la forma de lograr saber qué le sucede al niño, qué piensa o qué siente respecto a alguna situación específica.

En Psicología Infantil se cuenta con numerosas técnicas terapéuticas que permiten acceder a ese mundo interno del niño. Algunas de ellas pueden ser aplicadas por los padres o educadores pues lo que pretenden es ayudar a los niños a identificar y expresar sus sentimientos y tener modelos a seguir para resolver dichos problemas. A continuación, cuatro técnicas terapéuticas que usted puede emplear con sus hijos:

1. Bibioterapia: Consiste en hacer uso de los libros de cuentos para ayudar a los niños a resolver un conflicto. Actualmente en el mercado se cuentan con diversos libros de cuentos cuyos temas giran en torno a situaciones y circunstancias propias de los niños de hoy, desde situaciones como orinarse en la cama, la llegada de un hermanito y los celos respectivos, el miedo a la oscuridad; hasta situaciones de divorcio, pleitos entre los padres e incluso temas de abuso sexual. El objetivo al usar la biblioterapia no es simplemente llegar y leer el cuento sino que se deben considerar algunos pasos:

a. Decidir si se lee o se cuenta el cuento: Algunos cuentos se pueden leer tal cual vienen, otros se pueden adaptar utilizando como guía las ilustraciones. Para ello se debe tomar en cuenta la edad del niño ya que su período de atención corresponde a un minuto por año.

b. Reflejar los sentimientos de los personajes: Aquí se enfatiza cómo se sintió el personaje principal del cuento con el que queremos que el niño se identifique. Lo ayudamos a nombrar dicho sentimiento pues es común que los niños digan que el personaje se sintió “bien” o “mal” en lugar de decir que se siente triste, enojado, frustrado, celoso, avergonzado. Además el niño debe identificar que él se siente de igual manera que el personaje ya que a ambos les sucede lo mismo o algo muy similar.

c. Hacer preguntas de reflexión: Conforme se va leyendo el cuento se le va preguntando al niño qué cree él que puede hacer el personaje del cuento para resolver el problema. Esto ayuda a identificar cuáles son los recursos para afrontar los problemas con los que cuenta el niño, ya sea que los tiene y no los pone en práctica o que ni siquiera los tiene.

d. Modelar comportamientos alternativos: Se muestra al niño cuál fue la forma en que el personaje resolvió el problema para que él haga lo mismo: habló con sus papás, reconoció que había cometido un error, se disculpó y trató de solucionarlo; pidió ayuda, etc.

e. Hacer una síntesis: Se hace un resumen del cuento relacionándolo con la situación vivida por el niño, se recalcan los sentimientos y la forma en que se puede resolver el problema y se le pregunta abiertamente al niño cómo puede aplicar lo sucedido en el cuento en su propia situación.

2. Terapia de juego: Esta es otra herramienta sumamente útil para los padres usando el canal de comunicación que los niños más disfrutan: los juguetes. Hay que empezar por definir que el juego es el trabajo de los niños, es el medio por el cual ellos aprenden del mundo y sus relaciones, crecen y experimentan. Por tanto, el sentarse a jugar con ellos no solo ayuda a fortalecer vínculos entre padres e hijos sino que provee al niño de importantes herramientas de resolución de conflictos. Algunos de los juguetes que mejor se pueden emplear en la terapia de juego utilizada por los padres son los títeres, muñecos de peluche o muñecos incluso de súper héroes que tengan los niños. El objetivo es representar una situación que el niño esté viviendo para observar cómo la resuelve el niño. Se puede utilizar un títere que use mamá y que le cuente al títere que usa el niño su problema, pidiéndole al niño consejo (obviamente el problema del títere es el mismo problema del niño). Si el niño no sabe qué aconsejarle mamá puede usar un segundo títere que venga con la respuesta y le modele la solución. Lo que se pretende lograr aquí es al igual que en la Biblioterapia, la expresión de los sentimientos por parte del niño y enseñarle formas de enfrentar un problema. En el mercado existen incluso títeres de la familia o se pueden conseguir también familias en miniaturas que también serán un excelente recurso.

3. Arte terapia: Se habla aquí del uso de materiales de arte (lápices de color, témperas, crayolas, etc.) para la expresión de los sentimientos. Existe una técnica llamada Ilumina tu Vida, en la que el niño le da el nombre de un sentimiento a un color diferente. Luego se le pide que haga un dibujo tomando en cuenta que el color que utilice representará el sentimiento asignado. Se sorprenderá al ver lo que los niños expresan a través de estos dibujos. También se le puede pedir que haga un dibujo cualquiera e invente una historia del mismo. Deje que el niño lo haga como quiera, sin estar pendiente de si se sale o si pintó feo. Analice lo expresado por el niño a través de su obra de arte.

4. Juegos con palabras: Los juegos con palabras ayudan a la verbalización de los sentimientos. Existe un juego llamado el “Juego de sentirse bien- sentirse mal”. Consiste en que padre o madre e hijo toman una hora por semana para hablar de algo que haya ocurrido en esos días que los haya hecho sentir “bien” y “mal”. El niño comienza diciendo algo que lo hizo sentir “mal”, por ejemplo, “Me sentí mal el martes cuando me regañaste por no haber limpiado los zapatos.” El que escucha, en este caso el padre, refleja el sentimiento expresado por el niño “Entiendo que te sintieras triste porque te regañara el martes.” Se enfatiza ÚNICAMENTE el sentimiento, no se entra en discusión del porqué del regaño, lo importante en el juego es lo que se siente. Cuando le toca el turno al papá, éste puede decir “Me sentí mal el lunes cuando me respondiste feo al llamarte a comer.” Igual el niño debe reflejar el sentimiento expresado por el padre: “Entiendo que te hayas enojado.” Luego ambos buscan cómo resolver en una próxima vez las dos situaciones que en esta semana los hicieron sentir “mal”. Se hace lo mismo con las situaciones que los hicieron sentir bien y luego terminan jugando algo escogido por ambos, una partida de damas chinas, una lotería, stop, etc durante unos quince minutos aproximadamente. El objetivo de este juego es expresar los sentimientos sin temor a ser juzgados o rechazados, que el niño se dé cuenta como sus padres también se ven afectados en sus sentimientos y mejorar la relación entre ambos.Es útil entre padres e hijos con dificultades en la relación o con niños recién adoptados. Le animo a hacer uso de estas técnicas y disfrutarlas con sus hijos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario